Las bodegas de la denominación apuestan cada vez más por las actividades de enoturismo
16 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El enoturismo hace tiempo que viene dinamizando con fuerza las denominaciones de origen, los entornos en los que se encuentran y las bodegas. Además de muchos otros recursos de proximidad. En la segunda denominación de origen más antigua del Estado no quieren perder el paso en el sector y las bodegas y colleiteiros tratan de poner en marcha iniciativas que divulguen su trabajo y aporten un valor añadido más allá de la actividad propia referida a la elaboración y comercialización de los vinos de O Ribeiro. La temporada fuerte para este tipo de propuestas se centra hasta ahora en el otoño, estación en la que se celebran las jornadas de puertas abiertas en las bodegas y en las que se puede disfrutar de un amplio y variado programa de actividades que va desde las rutas por la denominación de origen, las visitas a las bodegas —catorce participaron en la edición 2021—, a lugares de interés histórico y patrimonial —como Pazos de Arenteiro—, a museos —como el Etnolóxico o el Museo do Viño de Galicia— o la participación en actividades específicas organizadas para la ocasión. Pero O Ribeiro busca aprovechar sus recursos turísticos más allá de la vendimia y su entorno, apostando cada vez más bodegas por las visitas guiadas, catas y otras propuestas: del turismo rural a la restauración y de las rutas de senderismo a los talleres en las propias bodegas o en el viñedo. Son varias las empresas o colleiteiros que proponen disfrutar de O Ribeiro durante todo el año. Entre otros ejemplos están los de Viña Costeira, Celme o Gandarela.
Estrellas, tapas y mucho más
En sus instalaciones principales —con el gran viñedo creado hace unos años donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas sobre el río y la zona de Castrelo de Miño— y en el Pazo de Toubes —donde se centralizan las actividades de etnoturismo—, Viña Costeira ha apostado fuerte por mantener una oferta continuada a lo largo del año. Además de sus visitas guiadas y catas, la bodega propone citas para ver las Perseidas, viajes en catamarán con degustación de vinos, ruta en bicicleta por los viñedos, recorridos por las instalaciones y finca de Toubes con su rehabilitada bodega —del siglo XVIII— o sus sesiones de «brunch y vino».
Del vermú a talleres infantiles
Jorge Alonso y Dori Rodríguez lideran Celme, un proyecto que simboliza los nuevos tiempos de la Denominación de Origen Ribeiro. Su apuesta por la reconversión a la actividad ecológica o la recuperación del tostado son algunas de las señas de identidad de esta dinámica bodega. La oferta de actividades es amplia. «Temos propostas que ofrecen un pouco de todo. Dende a sinxela visita ás instalacións aos obradoiros para elaborar o teu propio vermú ou as actividades para rapaces», apunta Jorge Alonso. También se puede participar en la experiencia del maridaje de sus vinos o del tostado con productos de la zona, conocer los diferentes trabajos que se realizan en la viña a lo largo del año o participar en las catas verticales. En el caso de los más pequeños, en Celme pueden conocer cómo se elabora el vino, conocer los aromas o participar en la búsqueda del tesoro por los viñedos.
Turismo rural y catas
Poco a poco se van sumando nuevos establecimientos que apuestan por el turismo rural o la restauración. Una de las nuevas experiencias ha llegado de la mano de la empresa Gandarela. En Laias han creado una casa de turismo rural y ya trabajan en el proyecto para recuperar antiguas bodegas. «En las mismas se podrán degustar nuestros vinos y las elaboraciones que estamos realizando ánforas y barricas», señala Olga Penedo.