Luis Rivas, de 72 años, dice que siempre le gustó trabajar la piedra, y en su casa, situada a escasos metros del pazo de Meirás, conserva más de 40 piezas hechas con la ayuda de una rebarbadora y una pulidora
22 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Es igualita. Ya de hacerla hay que intentar que quede bien. La torre de Hércules fue hecha por canteros, igual que yo», explica Luis Rivas Segade desde su casa museo de Sada, a pocos metros del pazo de Meirás. Un artista de 72 años que estuvo al frente de una empresa de construcción que ahora lleva su hijo. «Siempre me gustó hacer cosas en piedra. Lo curioso es que solo utilizo una rebarbadora con disco de corte y una pulidora pequeña para dar forma a la piedra del país», asegura. El faro patrimonio de la humanidad de casi dos metros y medio y construido con unas dos mil piedras de diferentes tamaños es la pieza más emblemática, pero tiene decenas. Una sella, un carro, un hórreo, un molino... «Tengo esta afición. Me cuido. No bebo ni fumo y dispongo de tiempo de sobra», confiesa. Ya tiene entre ceja y ceja la torre del Oro de Sevilla y está a la espera de los planos para comenzar a reproducirla. Hace unos días mi compañero Alejandro Manteiga pasó por allí y no paró de hacer fotos. «Me encanta lo que hago y también que venga gente a ver el resultado. De hecho, me visitan bastantes personas, que comentan lo que les parece», asegura el hombre que levantó una torre de Hércules al lado del pazo de Meirás. «Tengo pensado hacer el pazo en escala pequeña, pero son tantas cosas pendientes.... Solo la torre de Hércules me llevo unos dos meses. Hay que ir paso a paso», comenta Luis, un artista entrañable.