La denominación de origen ofrece visitas guiadas y experiencias con el vino como protagonista
23 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El enoturismo está de moda. Aunque la pandemia del coronavirus ha obligado a repensar las fórmulas, el sector vitivinícola tiene claro que es necesario acercarse al consumidor para que conozca de primera mano las peculiaridades de cada vino y bodega. En la denominación de origen Monterrei, la más joven pero con una tradición vitivinícola con siglos de historia, hay bodegas y otro tipo de establecimientos que han comenzado a abrir sus puertas para ofrecer al turista la oportunidad de vivir una experiencia diferente. Son actividades paralelas a la de la Ruta dos viños de Monterrei que organiza el consejo regulador, en la que algunos también participan.
Aunque la época de la vendimia sea la más visual, en las vides hay vida durante todo el año y las bodegas prosiguen con el ciclo necesario para que el producto de la uva llegue al consumidor. Por eso, en invierno también se pueden hacer visitas guiadas. La mayoría de estas bodegas ofrecen esta opción a través de sus páginas web, pero es necesario hacer una reserva previa para marcar el día concreto y el tiempo que el visitante tiene para completar la ruta. De eso, y de cómo sea la experiencia, depende el precio. Desde 12 euros por persona ya se puede contratar un paquete.
«La vid tiene alicientes durante todo el año», afirma Eduardo Rodríguez, de Bodegas Gargalo. Es una de las que organiza visitas guiadas y lo anuncia en su web. El contenido de estas experiencias es similar en todas las bodegas: paseo por los viñedos, por la bodega y degustación. Todo, acompañado del relato histórico de cada una de ellas. «A lo largo de la visita les vas explicando los procesos hasta la época de la vendimia, en la que recoges el fruto. Luego pasan a la bodega para enseñarles el trabajo hasta que se obtiene el vino. Los que vienen siempre están interesados y tienen muchas preguntas», explica Rodríguez. Manuel Guerra Justo, de Vía Arxentea, también se ha sumado al enoturismo. «Es importante que nos demos a conocer y que los consumidores puedan ver cómo haces tu trabajo, la forma más artesanal, y así valoran el vino», relata.
Aunque actualmente está en obras, en Bodegas Ladairo también ofrece la posibilidad de que los turistas visiten sus instalaciones, siempre previa cita. «Se trata de enseñarles nuestras variedades y nuestra capacidad», afirma el gerente, Víctor Manuel López. De igual manera, el turista puede conocer Tapias Mariñán. Su responsable, Aníbal Blanco, afirma que en los últimos años han notado un aumento en el turismo de bodegas en Monterrei. Ellos organizan visitas, con previa cita. Las bodegas de Monterrei van poco a poco sumándose a estas experiencias que, afirman, sus responsables, sirven también para potenciar el resto de sectores de la comarca.
Al margen de las experiencias tradicionales de visita a una bodega, en Monterrei hay negocios que han dado un paso más, ofertando actividades complementarias. En el establecimiento hotelero Retiro do Conde (Vilaza) ofrecen desde jornadas de menús internacionales maridados con vinos de Monterrei a lo que denominan enoturismo histórico. Actualmente ofrecen un bono de 190 euros por persona que incluye dos noches con desayuno, visita a lagares rupestres, a la Bodega As Barrocas —el lagar tradicional más grande de toda la comarca de Monterrei— y participar en una cata en una bodega.
José Luis Prieto es el gerente de O Retiro do Conde: «La gente responde muy bien a estas experiencias, que las vamos cambiando. Es importante que llamen con antelación para reservar en bodegas y organizar la cita. Los precios pueden variar. A lo largo del año se me van ocurriendo diferentes actividades que añado a la web del establecimiento», relata. José Luis Prieto colabora así con las bodegas de la denominación de origen, al llevar a sus clientes a las instalaciones y, a la vez, aprovecha este recurso.
Vega de Lucía también se ha sumado al enoturismo. Es una bodega joven —comenzaron su andadura ene el año 2000— con una visión novedosa. Así, y aunque la pandemia obligó a cancelar algunas citas el pasado año y condicionará las de este, prevén rutas a caballo o en coche de caballos y lo que han denominado Los picnis de Vega de Lucia. En el caso de los paseos, proponen dos rutas de 90 y 70 euros por persona, con un mínimo de cuarto participantes. En principio, son los sábados de abril a octubre. Los picnis de Vega de Lucía son encuentros bajo la sombra de los castaños de sus viñas en los que el vino se marida con música o monólogos, además de con productos de la tierra. A día de hoy no se ha concretado el fin de semana que se celebrará, aunque la actividad se promocionará en su web.
A estas actividades añaden catas en familia. «Padres e hijos comparten el proceso de la vendimia. Los niños elaboran las etiquetas y catan mosto, mientras que los mayores prueban los vinos», explica Antonio Méndez Atanes, propietario de la bodega.