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Estas son las previsiones para la Semana Santa en los hoteles de Ferrol

Carla Elías, Ramón Loureiro FERROL

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Imagen de unos turistas en el Parador de Turismo, en octubre del 2021
Imagen de unos turistas en el Parador de Turismo, en octubre del 2021 CESAR TOIMIL

La pandemia vuelve a marcar la actividad previa

23 ene 2022 . Actualizado a las 04:14 h.

Cientos de miles de personas visitan Ferrol cada año durante los momentos álgidos de la temporada que más turismo atrae a la ciudad: la Semana Santa. La pandemia del coronavirus frenó en seco esta celebración, pero los hoteles y casas de alquiler ya se preparan para la conmemoración del 2022, esperando que la ocupación se acerque a niveles de antes de la pandemia.

«Creemos que va a ser una buena Semana Santa», augura el director del Parador de Turismo, Jose Antonio Cedena. A tres meses vista, el establecimiento que regenta tiene ya un buen puñado de reservas para los días grandes de la celebración. «Aunque aún queda mucho, ya se ha movido bastante, se anima a partir del miércoles. El jueves Santo tengo ya cogidas diez habitaciones, que no está mal, tengo libres 28. Y el viernes veinte cogidas y libres 18. Se va moviendo ya», valora.

Las reservas también llegan, aunque de forma más comedida, al Hotel Alda Suizo. «De momento tenemos pocas peticiones, aunque sí nos ha contactado algún cliente habitual, pero hasta ahora poco movimiento», señalan desde el establecimiento hotelero.

Auguran una campaña marcada por las reservas de última hora. «Suponemos que la gente está esperando a la confirmación de la celebración de la Semana Santa, si la pandemia lo permite, por lo que contamos con reservas de última hora. Para nosotros, los datos de 2021 fueron realmente buenos y esperamos que el 2022 sea un buen año en Ferrol», desean desde la firma hotelera. 

Despejar la incertidumbre

También esperan a que se disipe la incertidumbre en el Sercotel Odeón. «En febrero empezaremos a planear, ahora mismo hay semejante incertidumbre que no podemos planear nada», comenta la directora, Bibiana Reyes. Apunta que en estos momentos la gente no está viajando por ocio, sino por trabajo. Y esperan que conforme la sexta ola se vaya diluyendo, la tendencia vuelva a revertirse.

«El ocio se ha frenado. Esperemos que para Semana Santa la ola baje, pero la gente tiene tanta incertidumbre de ir para abajo y para arriba...», advierte Reyes. A pesar de la incertidumbre que atraviesa el sector, la directora del Sercotel Odeón también es optimista sobre las perspectivas de ocupación.

«Yo creo que se va a recuperar, sin lugar a dudas. Va a pasar lo mismo que ocurrió el año pasado. Entonces —señala— vivimos del turismo interior cercano, y la situación era un poquito peor que este año. Si esto está bien, Ferrol atraerá a visitantes cercanos. Será una Semana Santa buenísima siempre y cuando no haya picos», augura la responsable. 

Turismo de interior y cercano

¿Qué tipo de visitantes esperan? «Un turismo de interior y de cercanía. Va a ser de última hora», indica Reyes.

El miedo del sector pasa porque no haya un repunte de casos en abril y se cancelen las reservas. «Pasó lo mismo en Navidades. Se reservó mucho y al final lo que pasó es que la gente terminó cancelando», recuerda Cedena.

Y es que las reservas pueden estar motivadas por un intento de conseguir con antelación los mejores precios para esas fechas.

En estos momentos pernoctar en la urbe naval los días grandes de la celebración de la pasión, del jueves santo al domingo, oscila entre los 130 hasta más de 300 euros.

JOSE PARDO

La iglesia de Dolores, del siglo XVIII, volverá a abrir sus puertas durante los días de la Pasión 

La iglesia de Dolores, uno de los templos ferrolanos del siglo XVIII que forman parte de la candidatura de la ciudad a Patrimonio Mundial, volverá a reabrir sus puertas en los días de la Pasión, según ha anunciado la Diócesis de Mondoñedo Ferrol.

De esta manera, el templo ubicado frente a la emblemática plaza de Amboage recuperará su papel central en las celebraciones de la Semana Santa ferrolana, de la Mayor Pasión del Norte.

Esta reapertura va a ser posible tras haberse culminado la primera fase de la rehabilitación del templo. La fase, en definitiva, esencial, porque era la que se destinaba a poner fin a los problemas estructurales de la edificación, a consolidar la estructura del monumento y a renovar la cubierta, poniendo fin así a las filtraciones de agua. Todos esos problemas se han eliminado ya, subrayan fuentes diocesanas, gracias a los trabajos financiados por la Xunta, cuyo montante total asciende a unos 260.000 euros.

A medio plazo está previsto acometer nuevas obras, que afectarían, sobre todo, a aspectos como el enlucido de las paredes. Obras para las que se cuenta tanto con el apoyo económico de la propia Diócesis de Mondoñedo-Ferrol como con las aportaciones de los fieles, cuyas ayudas se canalizan a través de una campaña de recogida de fondos. 

Reparación del reloj

También está pendiente la reparación del reloj de la iglesia, una auténtica joya que continúa en silencio.