Un proyecto busca catalogar y proteger todos los cruceiros y cruces estradenses
VEN A GALICIA
En el municipio existen alrededor de 80 obras con talla y 40 más sin ella
28 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Este lunes una máquina impactó contra el cruceiro de la iglesia de Guimarei y la obra acabó destrozada en el suelo. Está por ver si la pérdida es irreparable o no. Lo que está claro es que no es la única que ha sufrido el patrimonio estradense. En A Estrada existen alrededor de ochenta cruceiros con decoración escultórica y cuarenta cruces simples. Algunos han sido desplazados, otros han sufrido amputaciones, alguno se ha recolocado en una finca privada y los hay también que se han perdido para siempre.
Para combatir la dejadez, completar el catálogo de obras locales y luchar por su puesta en valor, la asociación cultural Vagalumes ha lanzado el proyecto Ouzamerxe. El nombre, cargado de retranca, le viene al pelo a la iniciativa. Ouzamerxe es una aldea de Lagartóns en donde había un bonito cruceiro que fue inmortalizado por Castelao. Cuando se cayó, los pedazos pasaron de la casa del alcalde de barrio a un arcón en el despacho del primer teniente alcalde de A Estrada, donde se presume que continúan años después, porque el cruceiro nunca más volvió a estar en pie.
Con este proyecto, Vagalumes no solo pretende denunciar el abandono de los cruceiros locales —algunos comidos por la maleza— y la dejadez local, sino también difundir y poner en valor el rico patrimonio.
El primer paso para tratar de conseguirlo será la publicación del trabajo sobre los cruceiros de A Estrada elaborado por el profesor e investigador Olimpio Arca Caldas y sus alumnos del colegio de Vea hace cuarenta años. La publicación, que cuenta con la ayuda de la Deputación de Pontevedra y del Museo de Pontevedra, fue actualizada con imágenes de la situación actual de estas piezas del arte popular. La publicación será presentada el viernes de la próxima semana, día 4 de febrero, en un acto que tendrá lugar a las 20.30 horas en el Mome. Todos los asistentes recibirán un ejemplar de la obra.
El trabajo de Olimpio Arca fue llevado a cabo hace cuarenta años (1981). Con anterioridad el profesor ya había trabajado con su alumnado de Vea en la misma línea, dando lugar a otra investigación sobre los cruceros de ese valle que había sido premiado en el Museo de Pontevedra. Entronca con la tradición del Seminario de Estudos Galegos y de los maestros miembros de esta entidad, como Manuel Barreiro Paradela, que desde Ramiráns había hecho una unidad didáctica para dar a conocer la geografía a partir de la propia realidad. Conecta también con la iniciativa que estaba desarrollando Antonio Fraguas desde el Instituto da Estada. Todas estas iniciativas fueron truncadas por la Guerra Civil. Por eso, ese labor de conocimiento y divulgación del patrimonio que Olimpio Arca retoma en pleno franquismo tiene una importancia fundamental desde el punto de vista cultural y pedagógico. Los medios eran escasos y la receptividad del esfuerzo pequeña, pero Arca no desistió en toda su vida de conocer lo propio y de enseñar a amarlo.
Un proyecto vivo
Con la publicación de este estudio escolar con rigurosidad académica Vagalumes intenta continuar su proyecto. Pretende que las instituciones cumplan su función de preservar los cruceiros y que la ciudadanía se sensibilice y se encariñe con esta herencia.
Desde el colectivo cultural hacen además un llamamiento a todos los estradenses para que colaboren de forma libre con el proyecto, aportando datos sobre cruceiros o simplemente dándole difusión a la iniciativa.