Las Cíes y El Hierro se alían para valorar experiencias tras ser elegidas por «The New York Times»
VEN A GALICIA
¿Qué tienen en común las Cíes y El Hierro? Que tanto la isla viguesa como la canaria han enamorado al diario norteamericano The New York Times, que los recomienda como los únicos destinos para visitar en España en el 2022. Un distintivo suficiente para que la Xunta y el Cabildo intercambiasen experiencias en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid, con idea de mantener sinergias que les beneficien a la hora de atrapar visitantes.
Fruto de este entendimiento, la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, y el presidente do Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, se reunieron en el estand de los canarios en Fitur como «prólogo de futuros contactos». Ambos destinos son protegidos: las Cíes forman parte del Parque Nacional marítimo-terrestre de las Illas Atlánticas y El Hierro está considerada como Reserva de la Biosfera y geoparque.
Estas islas, según el diario norteamericano, garantizan el equilibrio entre la protección y el uso sostenible. The New York Times, que se suma al británico The Guardian, las incluye en su lista de 52 destinos ecológicos mundiales porque ambas saben poner freno a problemas como el turismo excesivo y el cambio climático. Tanto la Xunta como el Cabildo ven claro lo importante que es conservar los valores naturales y etnográficos que convierten a estos parajes en únicos y exclusivos.
El artículo que ensalza a las Cíes lo escribió Anne Lise Sorensen, una trotamundos que celebra que solo admitan 1.800 visitantes al día en verano. Con la imagen de la cara norte, el diario subraya que este «exuberante» archipiélago elude la sobreexplotación turística como parte de su «encanto». Ensalza las colonias de aves, sus aguas cristalinas, largas playas y ser un destino Starlight para observar las estrellas.
El reportaje de El Hierro corrió a cargo de Danielle Pergament, y aparece ilustrado con un molino eólico como símbolo de su compromiso con las energías renovables. Elogia el hecho de que sea un lugar remoto, su central renovable y su lenguaje de silbidos.