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El columpio con mejores vistas de A Baña es obra de este vecino

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Fernando Barbeira aprendió con 17 años el oficio de carpintero y tiene su taller en esa misma parroquia, O Barro, muy cerca del mirador de Santa Mariña

07 feb 2022 . Actualizado a las 13:25 h.

La cima más alta de A Baña cuenta, desde hace unos días, con un columpio de madera en Santa Mariña que ofrece una de las mejores panorámicas del Val de Barcala y el Pico Sacro. El nuevo atractivo turístico del municipio es obra de un carpintero local, Fernando Barbeira, quien además vive muy cerca de allí y tiene su taller en la misma parroquia. Él lleva toda una vida dedicándose al oficio artesanal. Empezó con 17 años, recuerda. «Ensináronme noutra carpintaría de aquí, do Barro, O meu mestre foi José Manuel Corzón. Eran veciños nosos e ía ás veces, de rapaz, a visitalos. Víao traballar alí e gustábame meterme onde estaba el», relata Fernando, cuyo padre también fue carpintero, aunque «era dos que había antes e facían os solos e tellados das casas», matiza. Tras pasar cerca de una década como aprendiz, pudo al fin montar su propio negocio. Carpintería Barbeira se fundó en 1997 y desde hace un cuarto de siglo se dedica a la realización de trabajos en madera de todo tipo: muebles, armarios empotrados, instalación de cocinas, puertas... Pero hasta ahora solo había hecho reparaciones de columpios, nunca había construido uno propio, destaca.

El trabajo fue un encargo del Concello de A Baña para poner en valor uno de sus atractivos turísticos y fomentar una propuesta de ocio activo, ya que hay una ruta de senderismo hasta la cima del monte. Y, además del columpio de Barbeira, también hay un banco en el que también participó: «Había antes outro alí, pero roubárono. Este novo ten parte de forxa, pero as táboas si as fixen eu». Se siente especialmente orgulloso el carpintero de que su obra haya contribuido de alguna forma a que más gente disfrute de las vistas de Santa Mariña y del mismo monte al que él suele ir a cazar. El suyo no es el único columpio turístico de A Baña, también hay uno en el río Albariña, hecho por otras manos.

La carpintería más artesanal, sostiene el bañés, «é algo que se está perdendo». «Por exemplo, os rapaces de agora queren as portas xa preparadas e mecanizadas, porque nunca puxeron unha cerradura ou as bisagras a man, como se facía antes... é un traballo que hoxe non compensa e tampouco se aprende, polo que se están perdendo coñecementos», destaca Barbeira, quien dice que si no fuera carpintero habría sido científico porque «gústame moito o tema dos experimentos e o CSI», comenta entre risas.