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Los hoteleros de Santiago esperan recuperar la «normalidad» en Semana Santa

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

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PACO RODRÍGUEZ

El sector abre animado por las buenas «vibraciones» percibidas en Fitur

06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo contadas excepciones, los hoteles de Santiago reabrieron sus puertas después de unas semanas de descanso tras las fiestas navideñas. Una costumbre habitual que se repite año tras año con o sin covid, con el fin de poner a punto las instalaciones, realizar obras de mantenimiento o reformas de calado medio y, sobre todo, dar vacaciones a las plantillas que se mantienen inalterables todo el año. La reapertura no implica, sin embargo, la recuperación total y plena de la actividad, pero los hoteleros calientan motores para afrontar la entrada de la temporada alta, que este año no llegará hasta abril, y más concretamente hasta mediados de ese mes, cuando la Semana Santa sirva de pistoletazo de salida para las mejores cifras del año. El sector espera la fiesta religiosa con grandes expectativas después de que en los dos últimos años las restricciones impuestas por el covid —en el 2020, confinamiento total; y en el 2021, cierres perimetrales— dejaran a los hoteles en la cuerda floja.

Tras un mes de enero con una ocupación casi simbólica de poco más de un 14 %, la Asociación Hostelería Compostela prevé que en febrero se ronde el 15 %. Una ocupación aún muy baja que, según las previsiones, se incrementará considerablemente en los meses con mayor atractivo turístico impulsada por la prolongación del año santo. Pese a que en la mayor parte de los hoteles actualmente la ocupación es aún baja, también hay otros establecimientos, los de mayor tamaño, en los que febrero se presenta como el del arranque de las citas empresariales, y ello se traduce en un porcentaje algo más alto que el de la media, condicionada por los que se centran casi en exclusiva en los huéspedes vinculados al ocio.

Interés de los extranjeros

Manuela Hermo, del hotel Los Abetos, augura un futuro a corto plazo «muy bueno, de acuerdo con las reservas actuales». Desde el optimismo, Hermo cree será «un año de relativa normalidad. Los clientes extranjeros, que son una parte importante, nos trasladan el interés por volver».

Thor Rodríguez, de la asociación Hostelería Compostela, señala que a diferencia de lo que ocurre en otras localidades, el carnaval pasa sin pena ni gloria en Santiago, donde la temporada turística se está alargando año tras año. Eso sí, la ampliación de la temporada alta es «más bien una prolongación, porque se extiende hacia octubre y noviembre, pero su inicio está vinculado a la Semana Santa».

El hecho de que esta cita caiga en abril puede ser beneficioso, según fuentes del sector, porque «hace mejor tiempo. En marzo aún hace frío y puede llover. Aunque es casi un mes más tarde, abril resulta más atractivo». Con todo, Rodríguez reconoce que el carnaval no es una cita atractiva para visitar Santiago y que hay otras localidades en las que se vive con mayor interés.

En estos momentos, el presidente de los hosteleros cree que el sector debe poner la mirada y «las esperanzas» en la Semana Santa, y basa su reflexión en las experiencias vividas en la feria de turismo de Madrid, celebrada en enero, donde «se percibían buenas vibraciones. Los que se acercaban al expositor de Santiago y al de Galicia pedían información. Se veía mucho interés por recoger datos para hacer planes. Va a ser un buen año», pronostica.

«Decidimos abrir cuando vimos que teníamos reservas para el viernes»

El hotel Rúa Vilar, situado en la calle del mismo nombre, es uno de los establecimientos que más prolongó su cierre durante los peores momentos de la pandemia. Ahora, tras el cierre por vacaciones de las últimas semanas, reabrió sus puertas este viernes. Sara Santos, su gerente, comenta que estaban estudiando abrir el hotel a lo largo de las próximas semanas, pero «decidimos hacerlo ya porque vimos que teníamos reservas para este mismo fin de semana, y para el viernes». La hotelera afronta el nuevo año con optimismo, y considera que las previsiones de ocupación son buenas. Santos gestiona igualmente la pensión Rúa Nova, que también abrió sus puertas a la temporada turística.