Una senda de más de 53 kilómetros recorrerá el Anllóns de principio a fin
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El proyecto global que lidera la Diputación, e implica a todos los concellos por los que pasa el cauce, cuesta más de 1,2 millones
08 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una gran senda recorrerá el río Anllóns de principio a fin, por todos los concellos Bergantiños que atraviesa. Tendrá algo más de 53 kilómetros de los 71 que mide el río, porque hay ya muchos tramos con largos paseos (Carballo, A Laracha, tramos final de Ponteceso, área recreativa de Verdes...), y en otros, dada la vegetación y otras circunstancias, resulta complicado abrir una senda. Pero sí cubrirá una inmensa parte del río, que nace en los altos de Montemaior (A Laracha) y acaba en el estuario del Anllóns, entre Ponteceso y Cabana.
Esta actuación será la más visible del Proxecto Anllóns, que lidera la Diputación e involucra a los concellos de A Laracha, Carballo, Coristanco, Cabana y Ponteceso. Se remonta al 2018. Pero hay muchas más, dentro de una actuación global en torno a la ribera del río que en conjunto está valorada en 1.234.000 euros, según el trabajo que ha realizado la consultora Eosa, y que se va a dar a conocer hoy en el consistorio de Cabana ante los alcaldes implicados, concejales y técnicos.
Entre esas otras actuaciones destaca la limpieza general de todos los tramos, y la eliminación de especies exóticas e invasoras, además de adecuar algunas zonas para permitir el paso de los caminantes, y limpiar elementos patrimoniales, sobre todo molinos sin uso desde hace mucho. Y todo ello para poner en valor la que está llamada a ser la gran ruta del interior de la provincia, un atractivo más que sumar a las del litoral, y a las que se unirán más adelante las de otros cauces como el Xallas.
En la cita de hoy, que comenzará a las 10.30 en el consistorio de Cabana, se abordará lo que se quiere y lo que se va a hacer en materia de actuaciones turísticas sostenibles, pero sobre todo se conocerá el diagnóstico del trabajo de campo realizado para ver el estado del cauce, que ocupa unos 516 kilómetros cuadrados de cuenca, y cuyo mayor afluente es el que nace por las tierras de Anxeriz, el Taboada u Outón como se denomina en Entrecruces, que ya es Grande por Rus y Ardaña, y que acaba confluyendo con el Rosende poco antes de unirse al Anllóns en Sísamo.
Entre esas labores de diagnóstico, los autores del trabajo han detectado especies invasoras que en algunos casos llegaron tras repoblaciones forestales, y también la existencia de numerosos obstáculos que impiden la continuidad lineal de la senda, que habrá que eliminar o retirar. Son, sobre todo árboles caídos o vegetación acumulada en determinadas zonas.
En espera de los Next Generation, al menos ya hay medio millón
El proyecto para dar una nueva vida ambiental y turística al río Anllóns depende en buena medida de los fondos Next Generation, a los que se fían esta y otras actuaciones importantes en la comarca (y en Galicia). Pero eso no quiere decir que si no llegan todo esto se quede en nada. La Diputación ha reservado 500.000 para ejecutar en estos dos primeros años, más o menos la mitad para cada ejercicio, como explicó ayer Xosé Regueira, presidente del comité de dirección de este proyecto en su calidad de vicepresidente de la Diputación y responsable del área de Turismo. Regueira espera que, además de poner en valor todo el cauce, se pueda involucrar más a la sociedad local, conociendo más y mejor su río, que es el que los une. Otras actuaciones turísticas se darán a conocer más adelante, cuando esté completado su diseño.
Pero de momento habrá que empezar por lo básico y lo más urgente: control y erradicación de las especies exóticas invasoras, retirada de árboles muertos en cauce y riberas (no todos, sino los que obstruyan o no aporten nada al ecosistema); acondicionamiento del tramo en los cinco municipios ribereños, con desbroces manuales o mecanizados. En cuarto lugar, revegetación de arbolado con especies autóctonas recurriendo a invernaderos próximos, con plantaciones manuales. En quinto lugar, rehabilitación y limpieza de estructuras de patrimonio: cuando más dinero se logre, más se hará. Y, finalmente, aumento de la movilidad y la capacidad de carga de los espacios, con accesos correctos de señalización y panelización, entre otros.
Actuaciones por municipio: una única senda, cinco tramos territoriales
PONTECESO. La senda estará dividida, porque uno de sus tramos pasa por el municipio de Cabana (lindes unidos). Otra peculiaridad es que será necesario salvar un desnivel importante desde el puente de Pontedona hasta el puente de Xabarido, por lo que se proyecta una actuación de tipo peldaño, o en su defecto buscar un recorrido colindante que evite esta parte, conectando aguas abajo. Además, hay zonas con pasarelas que habrá que reforzar. Las especies invasoras se han detectado en dos hectáreas de superficie. El segundo tramo es que va de A Saímia hasta la zona rural de Ponteceso. Precisa de nuevas estructuras. Las invasoras ocupan 1,2 hectáreas, y el refuerzo de vegetación hace falta en 1,3 kilómetros.
CABANA. El tramo por la margen izquierda, hacia Verdes, precisa de la eliminación de especies invasoras en una hectárea y media de terreno, aproximadamente. También será preciso realizar desbroces. Desde el puente de Cardezo al situado junto a la carretera próxima a Baneira (A Silvarredonda), la senda irá por el margen derecho. Será preciso facilitar el paso «en cuatro puntos críticos», y se eliminará un árbol caído que impide el paso y otro en pleno cauce. En el citado puente e Cardezo hay que retirar otro obstáculo «que pone en riesgo la infraestructura». Pero por lo general no se prevén muchas dificultades en la zona cabanesa, más allá de los desbroces y algunos ensanches.
CORISTANCO. También en la mayor parte de este trazado es preciso «un desbroce intenso», al mismo que tiempo que «ensanchar el tramo hasta el comienzo de la ruta que discurre hasta el Refuxio de Verdes», si se inicia desde Carballo. Aquí la cuantificación de especies exóticas a eliminar se centra en «puntos sueltos». En todo caso, los grandes tramos diseñados son dos, bastante lógicos, con Verdes como punto de inicio o final de cada uno. El tramo del Refuxio está muy bien calificado, y los redactores proponen cerrar el acceso de la vía de uso público y dejarla solo para usos prioritarios, además de rehabilitar la zona de estacionamiento. La continuación hacia Ponteceso deja dos alternativa abiertas.
CARBALLO. El tramo desde la zona del Muíño do Quinto y hasta el puente de Bértoa es conocido y usado de sobra por los caminantes, sin zonas críticas y proponiendo apenas desbroces, con un cuarto de hectárea de especies invasoras, con propuesta de más revegetación en 1,5 kilómetros, además de la retirada de algún árbol. Más allá del puente de O Fondal, la zona también está en buenas condiciones para caminar. Desde el Muíño do Quinto hasta el límite con Coristanco sí serían precisas más actuaciones, ya que se han detectado hasta once obstáculos, pero todos (salvo uno) en el lecho fluvial, sin problemas para el paseo. En cuanto a especies invasoras, se han detectado 0,45 hectáreas.
A LARACHA. La zona que comienza en Gabenlle lo hace con una conocida senda de 2,3 kilómetros, con mínimas intervenciones necesarias: pocas invasoras, poca necesidad de revegetar y un obstáculo. En la continuación hacia Carballo tampoco se observan demasiadas dificultades. Sin embargo, existe un tramo en el que la alta densidad de vegetación al final del tramo no permite comunicar el municipio larachés con el carballés, «por lo que en este punto el desbroce deberá ser intenso, o en su defecto a partir del cruce con el puente de Canedos establecer una ruta alternativa que salve esta densidad de vegetación y permita comunicar con la senda aguas abajo». Hay que plantar en 2,3 kilómetros.