El embalse de A Fervenza acogerá un campamento turístico de temática aeronáutica único en Europa

Recreación del campamento en 3D Cedido

El embalse de A Fervenza es, desde hace años, un referente para los aficionados de los deportes náuticos y de aventura. También para los amantes de los ultraligeros que tienen en las instalaciones de Naturmaz, en Mazaricos, uno de los aeródromos más vistosos de todo el norte peninsular. Se trata de unas instalaciones que, en pocos meses, se complementarán con un espectacular campamento turístico en el que el mundo de la aviación será el protagonista principal.

De hecho, tal y como explican sus promotores, será el primero de temática puramente aérea que funcionará en todo el Estado. «Neste mundo case nos coñecemos todos e, de momento, non hai nada parecido ao que queremos facer aquí en toda España e case me atrevería a dicir que en Europa», apunta Juan José Blanco Riveiro, el responsable de este proyecto que incluye la instalación de cinco bungalós —uno funcionará como recepción— en una ladera, ya en el término de Dumbría, que permite una vista privilegiada de todo el embalse. También es el titular de la pista de vuelo del aeródromo de A Fervenza que, precisamente, dará nombre al complejo turístico.

Declaración de intenciones

«Vaise chamar Air Fervenza o que xa é toda unha declaración de intencións porque o noso obxectivo é que se pareza o máximo posible a un aeródromo de montaña coma o noso», explica Blanco Riveiro, piloto aeronáutico de formación e instructor de vuelo, que reconoce llevar meses detrás de todos los elementos decorativos necesarios para acondicionar el interior de los alojamientos. «Non se trata unicamente de colgar uns cadros de avións nas paredes senón que estamos traballando para cinguirnos ao máximo nos detalles e que os visitantes poidan vivir unha experiencia totalmente diferente», apunta.

Aunque lo verdaderamente novedoso de la iniciativa promete ser la imagen exterior del complejo que, si todo sale según lo previsto, se asemejará al de una pista de vuelo real. Así, al menos, lo recoge el proyecto de obra que incluye la construcción de un vial pavimentado para llegar a los bungalós que tendrá la señalización propia de los rumbos de despeje y aterrizaje y las mismas marcas viales que un aeropuerto de verdad. Otro tanto sucederá con los carteles de señalización repartidos por el recinto e incluso con la recepción que tendrá un aspecto similar al de una terminal de embarque de pasajeros.

Como hangares

«Buscamos incluso que a aparencia dos bungalós sexa o máis parecida posible á de un hangar. Coa cuberta redondeada e cun recubrimento exterior dunha chapa similar á dos almacéns onde se gardan os avións. Por suposto, sen renunciar a unha estética coidada e moderna e á comodidade», apunta el promotor que no oculta las dificultades con las que se han encontrado a la hora de cumplir sus objetivos iniciales.

«Os espazos de aloxamento fanse a partir duns contedores especiais que se fabrican en Madrid e que requiren de moito traballo para que queden como queremos. Iso, e a falta de pezas que rexistran moitos sectores, fai que a obra acumule máis retraso do que nos gustaría», explica al tiempo que adelanta que los bungalós tendrán una superficie de 30 metros cuadrados y que, además de la zona propia de descanso y los baños, contarán con una pequeña cocina y una terraza desde la que los huéspedes podrán ver como despegan y aterrizan las avionetas del aeródromo.

A día de hoy, y a la espera de que lleguen los bungalós —se calcula que su instalación en el lugar no debería sobrepasar las dos semanas— las obras en el recinto ya avanzan a buen ritmo. De hecho, ya se ha terminado la adecuación de toda la infraestructura de saneamiento y la construcción de las zapatas sobre las que se colocarán las construcciones.

De cumplirse los plazos previstos, Air Fervenza será una realidad antes de que comience la temporada estival convirtiéndose en una alternativa de altos vuelos con la que seguir atrayendo visitantes a la comarca.

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