Alojamientos para encontrar la calma y disfrutar del yoga en plena naturaleza
VEN A GALICIA
Establecimientos como O Fogar do Carpinteiro, A Miranda o Casa Prior invitan a desconectar del estrés a través de asanas, meditación, mucho verde y alimentación saludable
24 nov 2022 . Actualizado a las 12:41 h.Camilla Domaas es una noruega que ha encontrado su lugar en el mundo en Cabo Prior (Ferrol). Tras trabajar para Inditex en Oslo y Estocolmo, aceptó una propuesta de traslado a la central del gigante textil en Arteixo, y viviendo ya en A Coruña, su pasión por el surf la llevó a explorar las espectaculares playas de la comarca ferrolana. En la parroquia de Covas se compró una casa de piedra que desde el primer momento la cautivó, y ya desligada de su trabajo en Inditex, la ha convertido en una vivienda de uso turístico ideal para «yoguis» y «yoguinis». En Casa Prior, Camilla imparte sesiones matinales de yoga seguidas de desayunos nutritivos y saludables. También alquila la casa a escuelas que quieran hacer retiros. Y organiza estancias especiales de fin de semana como la que ya está diseñando para marzo, en la que combinará el yoga y el surf con el verde y el azul del paisaje costero de Covas.
«Casa Prior es un lugar para encontrar la paz y desconectar del mundo y del estrés. Practicar yoga al aire libre, en la terraza de la casa, sintiendo el sol en tu cara y en plena naturaleza es una experiencia única», comenta Camilla, quien también tiene previsto ampliar la oferta con talleres de mindfullness, meditación o masajes.
El proyecto de esta noruega encaja con un concepto que ya triunfa desde hace años en otros puntos de España, sobre todo en Levante, Ibiza y Canarias, pero que en Galicia todavía está en pañales. De hecho, buceando en Internet resulta complicado encontrar alojamientos rurales que ofrezcan talleres o retiros de yoga en la provincia coruñesa. «En la provincia de Lugo y en el interior de Galicia hay más, pero en la costa todavía somos pocos», apunta Olga Formoso, responsable de O Fogar do Carpinteiro.
Este alojamiento de Carnota lleva muchos años organizando retiros de yoga en colaboración con la profesora Salomé Alonso y la sala Flor de Tilo de A Coruña. Y aunque ahora están congelados a causa de la pandemia, en breve prevé recuperarlos, y además, la casa sigue estando disponible para todas aquellas escuelas de yoga que quieran organizarlos por su cuenta. «Las clases se pueden desarrollar al aire libre, porque disponemos de una finca de 3.000 metros cuadrados, pero es que además tenemos un plan B por si llueve, ya que en el exterior hay una zona cubierta, e incluso un plan C por si hace frío, porque la casa cuenta también con una sala para la práctica de yoga en el bajo cubierta», explica Olga Formoso.
Los retiros organizados por O Fogar do Carpinteiro, que previsiblemente se reactivarán tras Semana Santa —una vez concluyan unas obras de ampliación que se están llevando a cabo—, incluyen también menús saludable o veganos para los asistentes, además de rutas de senderismo. «Para la gente que viene es todo un lujo poder acercarse hasta la zona de la playa de Boca do Río para disfrutar de una clase de yoga al atardecer, con la vista puesta en el espectacular paisaje del monte Pindo y la laguna», señala Olga Formoso.
En Cariño
Otro de los alojamientos de la provincia coruñesa que invita a apaciguar la mente y estirar el cuerpo a través del yoga es A Miranda, un pequeño hotel rural de Cariño con increíbles vistas sobre la ría de Ortigueira. Marisa Cabanas lo abrió hace ya quince años. Y hace unos cuatro comenzó a organizar retiros de yoga en el hotel animada por Nati, la profesora que la guía en la tradicional y milenaria disciplina india. «Los retiros los solemos celebrar en primavera o en otoño, en colaboración con profesoras de Galicia, y además de las clases de yoga, la propuesta también incluye menús saludables diseñados a la carta por Deliciosamente rural, además de salidas por el entorno, que es una auténtica maravilla», comenta Marisa haciendo referencia a rincones tan bellos como la playa de Fornos, en Cariño, o la de Morouzos, en Ortigueira.
«Todo está pensando para disfrutar de la experiencia con calma y sin agobios, porque la gente viene muy estresada y eso es fundamentalmente lo que buscan», añade.
Además de los retiros, A Miranda ofrece clases de yoga individuales, en pareja o grupales a los huéspedes que se alojan en el hotel, siempre y cuando los soliciten con unos días de antelación. Y cuenta para la práctica con dos espacios diferenciados: uno en el jardín cuando el tiempo lo permite, y otro en el interior del hotel, para cuando llueve o si la sesión coincide justo antes de ir a dormir y precisa un ambiente más íntimo. «La gente se va encantada, y muchas veces, tras haber conocido esta zona por el retiro de yoga, vuelve de nuevo al hotel porque se quedan con ganas de conocer más».