Martín Berasategui ejerce de embajador del Camino y vincula su éxito culinario a la despensa gallega

Martín Berasategui, cocinero que tiene en su haber doce estrellas Michelín, se ha convertido este año en el primer restaurador de prestigio internacional que en los próximos días recorrerá parte del Camino, en este caso varias etapas de la Vía da Prata, entre Ourense y Santiago, una actividad vinculada a la iniciativa Estrelas Solidarias no Camiño. Esta cita, promovida por los hermanos Rial, del restaurante Casa Barqueiro de Negreira, contará con otros tres cocineros de renombre como complemento al encuentro gastronómico del próximo verano.

Acompañado por Rogelio Rial, Berasategui visitó Santiago antes de su peregrinación y fue recibido por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ya que la iniciativa solidaria en la que colabora este chef, cuya recaudación recibirá Cáritas Santiago, goza de apoyo económico y logístico del Xacobeo. Precisamente, Rial señalaba antes del encuentro institucional que «o Camiño é importante para Galicia e fundamental para a restauración, e máis este ano despois do que pasamos».

El reputado cocinero vasco reconoce que está «enganchado a Galicia, que es una parte muy importante del éxito de Martín Berasategui, la cocina que nosotros hacemos no sería posible sin productos como la merluza de Burela, carne de Bandeira, berberechos de Noia, pulardas de Coren, pimientos de Carmucha (Padrón), huevos de David Sueiro y galo celta». Con semejante oferta, este cocinero destaca que «para mí, Galicia es una de las reinas del mundo de la cesta de la compra». «Es un país maravilloso que tiene huerta, tiene mar, tiene de todo, y encima tiene una gente que se deja la vida para que los cocineros tengamos el privilegio de tener esos productazos que nos hacen todavía más grandes, porque lo que intentamos es vestirlos de gala. Galicia es una parte importante de nuestro éxito, también por profesionales que trabajan con nosotros», añade.

Como embajador del Camino de Santiago, y siendo un referente mundial de la gastronomía, Berasategui, junto a su anfitrión, destacó desde la praza do Obradoiro las bondades del maridaje del buen comer y la ruta jacobea: «La buena comida y el Camino hacen la vida mucho más fácil. Nos hacen ser gente con una mirada de ojos brillantes, y nunca con un mal gesto ni malas maneras para andar por la vida. Comer y pasear hace que estamos más frescos y alegres, y la vida es eso». Su discurso está cargado de elogios sobre sus visitas a Galicia, ya que afirma que cada vez que viene se va «con las pilas supercargadas y con el corazón lleno y con ganas de hacer un montón de cosas.

De su experto paladar salen también grandes loas a la hostelería gallega, que considera «impresionante», además de hermanarse con la vasca por su forma de entenderla y ejercerla. «Hacéis cosas que son únicas. Y encima detrás de todo lo que hacéis hay un montón de esfuerzo, ímpetu y garrote», una última palabra y un gesto de puño en alto que Berasategui ha conseguido incorporar al diccionario de la Real Academia Española como sinónimo de fuerza e inconformismo, elementos de los que también está lleno el Camino de Santiago

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