Estructuras con forma de catapulta, de diseño, ideales para el terraceo o simplemente encima de unas rocas.... seis curiosidades arquitectónicas y geológicas dignas de visitar
El territorio alrededor de la confluencia entre el Sil y el Miño es probablemente el de mayor densidad de miradores de Galicia. En los municipios de la Ribeira Sacra hay 72 lugares señalizados en los mapas oficiales como puntos de observación del paisaje y casi todos disponen del mobiliario mínimo para hacer más cómoda la experiencia. Unos pocos van más allá, porque el esfuerzo dedicado en su planificación y construcción hacen de los propios miradores uno de los atractivos de la visita. Es el caso del último incorporado a esta lista, una plataforma de diez metros de altura y un diseño que puede recordar a una catapulta que fue inaugurado esta semana por el Ayuntamiento de Bóveda en el Alto do Coto.
El nuevo mirador de Bóveda llama la atención por su tamaño y sus formas. Es un buen ejemplo de mirador que merecerá la pena una visita por sí mismo, aunque el paisaje que se viese desde él no fuese gran cosa. No es el único mirador de factura espectacular que hay en la Ribeira Sacra. Lo que sigue es una descripción de los seis más llamativos, elaborada en parte con datos extraídos del Atlas dos miradores da Ribeira Sacra, de Augusto Pérez Alberti y publicado el año pasado por el Grupo de Desenvolvemento Local Ribeira Sacra-Courel.
Alto do Coto (Bóveda)
El más alto. No es el que está a más altitud, pero sí el que se asienta sobre una plataforma más alta, en concreto de diez metros de altura. Diseñado por la arquitecta municipal de Bóveda, Consuelo Rodríguez, desde el Alto do Coto se puede ver una enorme extensión de terreno, desde el valle de Lemos o la Cabeza da Meda al sur, hasta los montes de Sarria al norte y O Courel al este.
Cividade (Sober)
Diseño en acero. La Cabeza da Meda se ve también, y mucho más cerca, desde el mirador de Cividade. Obra de la arquitecta Isabel Aguirre este mirador inaugurado en el 2012 se eleva sobre el tramo más alto del cañón del Sil formado por una plataforma de acero corten y pino nórdico.
Pasarelas del río Mao (Parada de Sil)
Para pasearlo. No se trata de un mirador propiamente dicho, sino de una pasarela de 800 metros de longitud que recorre el tramo final del río Mao hasta su desembocadura en el Sil. Todo su trazado es un enorme mirador.
Abadía da Cova (O Saviñao)
Chill-out. Inaugurado en el verano del 2020, está construido sobre todo con madera modificada, acetilada y libre de biocida. Pero lo que lo hace destacar es su ambiente, a medio camino entre un mirador y una terraza de veraneo. En terrenos de la bodega Abadía da Cova, está abierto a visitas. Enfrente, el meandro de Cabo do Mundo, un icono de la Ribeira Sacra.
Pena Pombeira (Pantón)
Encima de la roca. Está formado por poco más que una barandilla de madera. No necesita más, porque el mirador son en realidad las rocas a las que hay que subirse para ver el Sil desde este lugar en el punto más alto del municipio de Pantón (en torno a los 700 metros). Y uno de los más ventosos.
Pena do Castelo (Sober)
Sobre las viñas. Aquí no el mirador no es una simple barandilla, sino que tiene más estructura. Eso ayuda, pero en Pena do Castelo también pasa que lo mejor es el promontorio sobre el que se levanta. Para llegar a él hay que trepar (con escaleras en los tramos más verticales) por una formación rocosa en lo alto de las viñas de Doade, que se cuentan entre las más inclinadas de la Ribeira Sacra. Al fondo, el principal embarcadero del cañón del Sil.
Los miradores de Sober ganan el sello Q de calidad turística
Carlos CortésSolo cinco espacios singulares disfrutan de este reconocimiento estatal
La red de miradores del municipio de Sober acaba de recibir el sello de calidad que otorga el Instituto para la Calidad Turística de España (ICTE). Solo cinco espacios públicos cuentan con esta distinción en el conjunto del Estado. Los otros cuatro están también en Galicia, pero no hay ninguno más ni en la Ribeira Sacra ni en la provincia de Lugo. En el Ayuntamiento anuncian un proyecto para potenciar su sistema de miradores, que ya es uno de los recursos turísticos más conocido del municipio.
En Sober hay diez miradores públicos, una red perteneciente a este Ayuntamiento y que empezó a ser construida en los años 80. Con el paso del tiempo, la red ha ido creciendo y los miradores han sido sometidos a diferentes reformas para mejorar su estética, entorno y accesos. Ocho de estos puntos de observación del paisaje se encuentran en el tramo del cañón del Sil que pertenece al municipio de Sober, aunque los otros dos están también en las proximidades de este accidente geográfico. Uno de esos dos está en el tramo final del río Cabe, cerca de su desembocadura en el Sil; y el otro en la ruta de los molinos de Xabrega.