El cocinero vasco disfrutó de la belleza y de la naturaleza de esta zona del interior ourensano
16 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Martín Berasategui es una eminencia de la gastronomía. En su palmarés brillan doce estrellas Michelin, repartidas entre varios de sus restaurantes. Pero además, a lo largo de sus cuarenta años de trayectoria profesional, este chef vasco ha conseguido ganarse el cariño y la admiración de todos los que se han ido encontrando con él en el camino. Esa misma sensación ha dejado en Ourense estos días. Berasategui acaba de disfrutar de dos jornadas de visita a la provincia. Su primera parada fue el restaurante de Miguel González, en Pereiro de Aguiar, donde degustó las propuestas culinarias del chef ourensano, a quien agradeció su compromiso con la gastronomía.
En su segunda jornada en la provincia, el chef vasco recorrió un tramo de la Vía da Prata a su paso por Seixalbo. Lo hizo acompañado por el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, y por la gerente del Inorde, Emma González. Tampoco se lo perdió el vicepresidente de la Asociación Cultural Amigos del Camiño Mozárabe-Vía de la Plata, José Antonio Quintas: «Berasategui é un home completamente amable e agradecido. Démoslle unha concha de vieira como símbolo do Camiño de Santiago e bromeou con que a próxima vez lla fagamos ao forno. A gastronomía e o camiño son inseparables e iso é algo no que fixemos fincapé durante a visita».
El día de Berasategui continuó con un viaje al corazón de la Ribeira Sacra. Se adentró en la belleza y en la naturaleza del interior ourensano y visitó el monasterio de San Pedro de Rocas, en Esgos. Justo después tocó descubrir la zona por agua, a través de un paseo en catamarán por el cañón del Sil. Esa experiencia la compartió con viticultores de las cuatro denominaciones de origen de la provincia. Entre ellos estaba César Enríquez, de las bodegas Cachín de A Teixeira, quien no quiso perder la oportunidad de hablarle a Berasategui sobre la vendimia en la Ribeira Sacra. «En cada vaso de vino hay una gota de sudor de cada viticultor de esta zona», le dijo. «Es un hombre encantador, cercano y humilde. Da gusto conocer gente así, que comprenda y valore tanto nuestro trabajo y que, al mismo tiempo, sea una gran ventana de visibilidad para nuestros productos», confesaba César, tras su paseo en catamarán junto al chef. El bodeguero presumió de la tierra donde cultiva sus viñas: «Me parece que eso es lo que otorga la mayor singularidad a nuestro vino y me encantó que pudiese verla».
Berasategui estuvo acompañado también por presidentes de varias Indicaciones Xeográficas Protexidas (IXP). «Me asombra el inconformismo de los restauradores ourensanos. Creo que tienen un presente y un futuro impresionantes gracias a la pasión que sienten por el arte de la gastronomía», confesó el chef. Halagó la calidad de los productos de la zona. «Este es el templo de la mejor materia prima del mundo», dijo. José Manuel Baltar catalogó al chef vasco como «el mejor cocinero del mundo». «Desde hoy es para nosotros un embajador de la gastronomía de la provincia, que esperemos lleve consigo allá donde vaya», comentó. «Ourense quedará en una parte de mi corazón toda la vida», reconoció el chef. «Este es un territorio inigualable y con una cocina maravillosa. Galicia es un lugar que siempre me hace sentir el cocinero más querido», comentó.
El chef y el goya
La jornada terminó con un encuentro con el productor coruñés Xosé Zapata, ganador del Premio Goya por al mejor cortometraje de animación The Monkey. Zapata es el coproductor de la nueva película de Jaime Chávarri, La manzana de oro, que será rodada de íntegramente en la provincia de Ourense con el apoyo de la Diputación. «Nunca en mi vida había tocado un goya y en dos días en Ourense he tocado dos», señaló el chef vasco en referencia también a su encuentro del día anterior con la directora y productora Chelo Loureiro, que recibió su cabezón por la película de animación Valentina.