Los ríos de Barbanza están plagados de aceñas, muchas en ruinas y otras restauradas
29 abr 2022 . Actualizado a las 10:28 h.Barbanza, tierra de montes y mar, es una comarca atravesada por numerosos ríos, cuya fuerza era aprovechada en el pasado para moler el grano. Salpicados a las orillas de esas corrientes de agua se esconden decenas de molinos que evocan tiempos pasados. Muchos de ellos se encuentran en ruinas, pero aun así tienen su encanto. Otros han sido restaurados y los hay que incluso funcionan.
BOIRO
En el entorno de la Casa das Camelias. Son muchos los molinos que merecen ser visitados en Boiro por su buen estado de conservación. Los del paseo fluvial de Ponte Goiáns, los de Bealo, Comoxo... Menos conocidos, pero igual de importantes son los de Brazos. En este caso, la ruta se puede completar con un paseo por la finca Casa das Camelias. Desde ella se puede acceder al interior de una aceña y comprobar cómo es el mecanismo que hace posible moler el grano.
RIBEIRA
Un complemento para la Pedra das Cabras. En Ribeira son de sobra conocidos los molinos de Amendo, próximos al parque natural. Alguno incluso funciona para celebraciones populares. Pero en el entorno de la Pedra das Cabras, en As Saíñas, se ocultan una docena de aceñas. El Concello tiene un proyecto para recuperarlas y crear una senda.
RIANXO
Entre cascadas y pozas. Hasta 40 restos de molinos es posible encontrar en la ruta del río Te de Rianxo, una senda salpicada de cascadas y pozas. Algunas de esas construcciones todavía funcionan.
NOIA
A orillas del río Traba. Muy cerca del casco histórico de Noia, el río Traba abastece una veintena de molinos medievales, situado en un entorno adornado también por lavaderos, presas y canales. Además de estas aceñas de A Pedrachán, son de vista obligada las que están a orillas del Rego das Cunchas, en la parroquia de Santa María de Roo.
CARNOTA
Ruta por Caldebarcos. La asociación Xurde Caldebarcos restauró en esta parroquia carnotana media docena de molinos situados en el entorno del regato Amil. Algunos conservan un mecanismo que se activa en una fiesta que se celebra en junio.
OUTES
Disposición estratégica. Son muchos los molinos que hay en Outes, pero los del lugar de Rates destacan por estar estratégicamente colocados por la ladera por la que baja el riachuelo de Albeida. En la zona hay señalizada una ruta de senderismo que permite acercarse a las ocho aceñas. Incluso es el punto de partida de otra buena caminata, la de Albán-Tremuzo.
MUROS
El tesoro del río Maior. El Pozo do Cachón muradano es el molino por excelencia de Barbanza. Por sus dimensiones es uno de los más grandes de España y cobija en su interior la maquinaria para moler el grano. Pero en Muros también es obligatorio recorrer el río Maior y pararse en cada una de las 12 aceñas que en el pasado sacaban partido a la fuerza de sus aguas.
PORTO DO SON
Entre los ríos San Tomé y Ornanda. El curso del río San Tomé, en la parroquia de Baroña, está salpicado por media docena de molinos, a los que es fácil llegar a través de una ruta señalizada por la comunidad de montes. También el regato de Ornanda, que desemboca en la playa de As Gaviotas, cuenta entre sus atractivos con los restos de varias de estas construcciones.
LOUSAME
Gran abanico para elegir . Lousame es uno de los municipios de Barbanza que cuenta con mayor número de molinos. Los más llamativos se encuentran en el entorno de la cascada de Toxosoutos y en los conjuntos de Brandia (Lesende), Carantoña (Tállara) y Camboño. Por su singularidad destacan el de Carabeiras (Tállara), con rodicio exterior vertical, y el de Mirón (Lesende), que tiene espacio para dos ruedas y un lavadero. Los mejor conservados son los cuatro del área recreativa de Brandia, al inicio de la ruta de senderismo del río Vilacoba.
A POBRA
Convertido en centro social. Tanto en la Aldea Vella como en la zona de O Inferniño es posible encontrar los restos de antiguas construcciones levantadas para moler el grano. Pero en A Pobra destaca el molino de Ponte Barbanza, que actualmente funciona como centro social.