«La primera vez que nos disfrazamos nos llamaron de todo por la calle»
VEN A GALICIA
Cuando en 1983 la comparsa Os Maracos salió en procesión por la calle Real «fue un escándalo»
20 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El entroido coruñés está de vuelta. El local de Os Maracos, en pleno muelle de San Diego, es un ir y venir de disfraces. Dos costureras apuran la aguja mientras la artesana Tina Romero ha terminado el cabezón del rey Juan Carlos, que será la estrella este año «recién llegado de Abu Dhabi», bromean Chelo Belmonte, Loli Vilameá y Haydée Estévez, armadanzas de la veterana comparsa coruñesa, hoy todo risas y prisas.
Pregunta. ¿Hay ganas?
Loli Vilameá. Después del parón de la pandemia, ¡hay más ganas de entroido que nunca!
P. ¿Qué se podrá rascar este año?
Haydée Estévez. La aglomeración no procede y nuestro carrito funciona como un imán. Allí donde está, con su muñeco y su música, va todo el mundo detrás. Es como el flautista de Hamelin.
L. V. Si vas a la Barrera o a La Bombilla cuando están los Maracos, ¡no das pasado!
H. E. ¡Con decirle que llevamos un chiringo de agua y vamos mojando a la gente, para que se aparte y nos deje circular...! Ja, ja..
P. ¿Cuál es su día grande?
Chelo Belmonte. La noche del sábado y la del lunes son las más fuertes para nosotros. Este año, lo más complicado va a ser el recorrido por las calles de los vinos.
P. ¿Qué le piden a los coruñeses?
H. E. Sentidiño. Disfrutar, sí, pero con control, para protegernos.
P. ¿Hubo mucho debate para decidir a quién darle caña este año?
H. E. El rey da mucho juego y este año sacó numerosos boletos para que le tocara. Además, nos pasa como a Wyoming. ¡Sin el rey no tenemos programa, ja, ja...!
P. Ustedes son la Corina, claro.
C. B. ¡Pues claro! Y le vamos a cantar: «Ay mi capullo, todo lo que tengo es tuyo!» [Se parten de risa las tres].
P. La sátira política está en el ADN de Os Maracos.
L. V. Siempre hemos sido así. El primer año que salimos de procesión fue un escándalo.
P. ¿Cómo fue aquel 1983 en el que devolvieron el carnaval a la calle?
L. V. En aquella época no había comparsas en A Coruña, así que no había costumbre de ver a gente disfrazada en grupo. En la procesión íbamos con el obispo bajo palio, la criada preñada, viudas con minifalda... Por la calle Real había señoras que nos llamaban de todo. «¿No os da vergüenza salir así?», nos decían.
P. ¿Qué es el entroido sino eso?
H. E. El entroido es transgresión. Si no es así, se queda en un baile de mascaritas. En Os Maracos entendemos el entroido como denuncia, para dar voz a todo lo que nos parece que está mal.
P. ¿Un año para recordar?
L. V. El de Trump estuvo bien.
H. E. Llevábamos un muro y encerrábamos a la gente en él, ja, ja..
L. V. Los primeros años fueron los mejores. Estar toda la noche en la calle era algo que no se hacía por entonces. Te acostabas a las nueve de la mañana y a las once ya te llamaba Romualdo diciendo que había que ir a la radio, ja, ja...
P. Cuarenta años dan para muchas anécdotas, ¿no?
L. V. Recuerdo el año de Colón, en 1992. Llevábamos tres carabelas grandísimas y llovía tanto que el desfile se suspendió, pero decidimos salir igual nosotros solos hasta María Pita y la gente se sumaba sin parar. Fue una locura.
C. B. Se nos ha pinchado la rueda del carrito justo antes del desfile y hemos perdido algún cabezón.
H. E. Una vez se nos cayó Rajoy en la calle San Juan y tuvimos que llevarlo acostado en el carrito. ¡Borracho no estaba, pero como si estuviera, ja, ja...!
40 años de Maracos: Una exposición en el palacio de María Pita repasa la historia de la comparsa más antigua de A Coruña. Siempre irreverentes y muy divertidos, muchos se acuerdan todavía de cuando se pusieron a torear a los coruñeses por la calle o a confesarlos en el confesionario que pasearon por la calle de los vinos.
«No hay en otras ciudades un carnaval como el coruñés, es único»
Loli Vilameá (Santiago, 1956, coruñesa del barrio de las Flores y profesora jubilada) es una de las fundadoras de Os Maracos, junto a su hermana y a Romualdo Irijoa. Hoy recoge el espíritu entroideiro de la comparsa con sus compañeras Chelo Belmonte (Madrid, 1959, vecina de Riazor y diseñadora gráfica) y Haydée Estévez (Montevideo, 1959, coruñesa de Pla y Cancela y profesora).
P. Comparseiras hubo siempre.
L. V. En Os Maracos las mujeres estuvimos desde el principio.
P. ¿Qué hay que tener para ser una buena maraca?
L. V. ¡Espíritu de fiesta!
H. E. Al ser una comparsa crítica, no vale cualquiera para estar en Os Maracos. Si nos disfrazamos, es con un argumento detrás.
P. ¿Se liga mucho de comparseira?
C. B. A mí no me da tiempo a enterarme, ja, ja...
L. V. Pues a mi pareja lo conocí en carnaval. Y hay más casos, ja, ja...
P. ¿Qué hay bajo el disfraz?
L. V. En mi caso, tres camisetas térmicas, ja, ja...
C. B. Jersey, leggins... Como el disfraz nos lo hacen a medida, ya cuentan con que quepan varias capas de abrigo debajo.
H. E. Sí, somos la única comparsa que se disfraza a medida.
P. ¿Se imaginaban hace dos años la que se nos venía encima?
H. E. Fíjese, en una entrega de premios que hicimos, los presentadores iban vestidos de chinos y todos coreábamos: «Coronavirus, coronavirus, todos los Maracos somos tus amigos».
L. V. Desconocíamos la magnitud.
P. ¿Qué tiene el entroido coruñés que lo hace tan especial?
L. V. Exceptuando el sur de Galicia, no hay en otras ciudades gallegas un carnaval como el coruñés, es único. Y fuimos los Maracos los primeros que marcamos su tiempo y su ambiente.
P. ¿Cómo sería sin esta comparsa?
C. B. ¡Mucho más aburrido!