Lienzos llenos de luz y retazos de arte con olor a madera en Torrado
VEN A GALICIA
Los cambadeses Xandre Otero y José Darío Vaamonde Silva exponen en su tierra
25 feb 2022 . Actualizado a las 10:26 h.Dos cambadeses son protagonistas este mes en la sala Torrado de Cambados. Xandre Otero inauguraba días atrás Aquela Xente, una propuesta pictórica en la que el autor muestra una veintena de obras realizadas en la última década, en las que la figuración y el arte abstracto van de la mano y con el acrílico es la técnica predominante.
Aquela xente irradia luz, un elemento fundamental y constante en este creador, que comparte su tiempo y su talento entre la pintura y la caricatura. Para quienes quieran adentrarse en su universo, tienen de plazo hasta el 24 de abril. La muestra se puede visitar de martes a viernes, de 11.30 a 13. 30 y de 17 a 20 horas, y sábados, domingos y festivos, de 17 a 20 horas.
Un mes antes, el 20 de marzo, se recogerá la exposición que ocupa la planta baja del pazo de Torrado, donde se trata de recrear «ese cheiro a labras, madeiras, verniz e pinturas, acompañado de música clásica que se dun vello radio-casete que sempre ten prendido».
Las palabras son de Jose Vaamonde y se refieren al taller de su tío José Darío Vaamonde Silva (1931), situado en el Calexón da Parra y de donde salió una ingente obra en madera. Vaamonde tan pronto tallaba bargueños decorados con escenas mitológicas, religiosas y del folklore gallego como imágenes que pueblan altares varios. Suya es la virgen de la Valvanera, tan venerada en San Tomé, y suyo es el carro que aún hoy se utiliza para trasladar las imágenes del Carmen y de San Roque en las procesiones de Cambados.
Es el fruto del oficio aprendido junto a Paco Leiro, abuelo del afamado escultor cambadés del mismo nombre, y a Alfonso Villar, escultor de Vilalonga que, a su vez, fue discípulo del gran Francisco Asorey. Leonardo da Vinci acaba por completar las influencias de las que bebió Vaamonde a la hora de hacer arte con la madera. Una pequeña parte de su legado —dibujos, maquetas y moldes— permiten ahora asomase desde Torrado a la historia viva de Cambados que representa el veterano ebanista.