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Vilagarcía recupera los carteles de 40 años de lucha feminista en Galicia

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VEN A GALICIA

Martina Miser

Las piezas expuestas en la sala Antón Rivas Briones proceden de los fondos del Museo do Pobo Galego

25 feb 2022 . Actualizado a las 09:11 h.

La exposición que desde ayer acoge Vilagarcía de Arousa posee la virtud de hacer que cualquiera que se interne en la sala Antón Rivas Briones se sienta no solo concernido, sino también reconocido. La muestra se levanta sobre una colección de carteles que condensan la lucha del movimiento feminista en Galicia a lo largo de los últimos cuarenta años, al hilo de la conmemoración del 8 de marzo como Día da Muller.

Diseñadas para reforzar un mensaje concreto desde paredes y escaparates, para después ser barridas por los servicios de limpieza o el implacable desgaste que ejerce el tiempo, estas piezas de arte efímero proceden de numerosas donaciones que el Museo do Pobo Galego ha ido atesorando a lo largo de los años. Las dos más antiguas se remontan a 1981. Un diseño vertical sobre fondo morado hace caer el símbolo de venus sobre lo que parece un cohete, quebrándolo. El simbolismo, servido por el Movemento Comunista Galego (MCG) y la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), no es difícil de interpretar. La otra anuncia una manifestación: «¡Muller! Organízate contra os despidos e as agresións machistas». Firman la convocatoria la Coordinadora de Organizacións Feministas, las secretarías de Muller de Comisiones Obreras y de la INTG, y los Grupos de Mulleres Universitarias.

Bajo su faceta reivindicativa fundamental, en los carteles se mueven dimensiones tan interesantes como la evolución del diseño en Galicia y, sobre todo, la congelación en un puñado de instantes gráficos del pulso social que latía en cada momento. Tras su presentación a cargo de la concejala de Cultura, Sonia Outón, el director del Museo do Pobo Galego, Manuel Vilar Álvarez, quiso destacar dos mensajes: el museo está en Santiago, pero pertenece a toda Galicia y necesita llegar a cada punto del país. La colaboración de organizaciones e instituciones, como la que ahora ofrece el Concello de Vilagarcía, es esencial para lograrlo. Y la alerta sobre la involución que parece a punto de perpetrarse en comunidades como Castilla y León, a través de la derogación de las leyes contra la violencia de género que pretende Vox. El alcalde, Alberto Varela, remachó la idea: «Sería un terrible retroceso».