Personajes icónicos y comparsas de toda Galicia desatan las ganas de celebración
26 feb 2022 . Actualizado a las 12:22 h.«Home, claro!, a unha pantalla non lla vas poñer por enriba. Así que é como en todo, como no resto de cousas da vida diaria, hai quen a leva por debaixo, quen non a leva...». Así explica Adriana Jiménez, presidenta de la comisión de Xinzo, cómo resuelven estos personajes principales del entroido ourensano el principal reto de este año: compatibilizar máscaras y mascarillas.
Un desafío mínimo si se compara «coas ganas que temos de entroido», tal como dice Adriana, después de dos años muy negros en los que Galicia entera —con más precauciones y algunas citas menos— trata de sacudirse los fantasmas del covid.
En la otra punta del mapa también «priman as ganas de saír», apunta Gabriel Riveiro, Bebeto, uno de los mullidores de cuanto evento de animación hay en Fisterra, y, cómo no, de su emblemático carnaval. Este año no hay concurso —con el escarnio político y social de sus letras que lo hace tan genuino— pero sí el desfile del sábado, percusión y mucho trabajo detrás de unos disfraces que tienen asumida la mascarilla como un elemento más. «O que fixo a xente foi comprar FFP2 de cores axeitadas ao disfrace e adornalas dalgunha maneira, con decoracións, brillos...», cuenta Bebeto, que pone un ejemplo de cómo el espíritu de esta fiesta va fluyendo por la sangre fisterrana hacia los más pequeños: «Imaxina, para a miña filla de dous anos, é o primeiro entroido porque a última vez que o fixemos tiña unha semana».
Bastante más complicado lo han tenido las 86 —bueno, 84, que dos son hombres— integrantes de Sin Xeito, la comparsa con más estilo y que siempre centra las expectativas en Foz, en el otro extremo de Galicia, donde además están peleando por la declaración de Festa de Interese Turístico. «Falei con xente doutros sitios que non saen, porque o seu forte son as maquillaxes da cara e non poden lucilas. A nós custounos moito porque o que nos identifica é a turuta [un particular silbato] e, claro, coa máscara non se pode turutar. Pero suplímolo con percusión, co que sexa, porque polo menos saímos e imos con todo. Non sabes a ilusión que nos fai. Temos os traxes elixidos dende a primeira semana na que abriron as tendas despois do confinamento», relata Arancha Villarino, que tiene en la comparsa a media familia, incluidas ya sus sobrinas-nietas.
Mascarillas y demás problemas aparte, la comunidad hierve ya desde hace algunos días y entra ahora en el momento cumbre de un entroido que tiene mucho de Tanxugueiras —las reinas absolutas a las que emulan niñas, niños, jóvenes y mayores— y también una parte importante de exorcismo, de quitarse de encima el letargo de dos años de pandemia.
Los que están y los que faltan, de los Xenerais da Ulla al Oso de Salcedo
Que no haya programación institucional en el triángulo mágico (Laza, Xinzo, Verín) no significa que vaya a faltar su entroido, sustentado en lo que siempre fue: creatividad e improvisación popular. Son tres citas de interés turístico como las otras restantes: Manzaneda, Maceda, Cobres, Viana do Bolo y los Xenerais da Ulla —esta lleva ridiculizando ejércitos invasores desde el siglo XIX y, desgraciadamente, no podría venir más a cuento en estos comienzos del XXI—. Todas ellas festejarán, pero algunas sin promoción oficial.
Se notará la ausencia de grandes clásicos como el Entroido Ribeirao de Chantada o el Oso de Salcedo, pero queda oferta más que de sobra para que falten horas, días y piernas para disfrutar siquiera de una parte de ella.
Por supuesto, no hay carnaval sin buena papatoria y la fiestas de la Filloa de Lestedo y de Sada o la de la Androlla de Navia de Suarna (la de Viana do Bolo se cae este año) son solo tres ejemplos de los cientos de lugares con tanto o más acento gastronómico que folklórico.
Incluso queda mecha para el fin de semana que viene, con entierros varios como el de Boiro, entre otros muchos, y, por raro que parezca, también para el 2 de abril, que es la nueva fecha de la Mikaela de Buño (Malpica).
Información elaborada con la aportación de las delegaciones de La Voz de Galicia