Comienzan los desfiles en el triángulo de Vilariño, Viana y Manzaneda
26 feb 2022 . Actualizado a las 22:48 h.Los boteiros de Viana do Bolo y Vilariño de Conso corren entre el folión y le van abriendo paso entre el público. La frase es cierta, pero con matices. Porque el entroido no entiende de fronteras territoriales y menos en una zona de montaña. Por eso el folión de Mormentelos (de Vilariño) toca para los boteiros, que bailan. Sí, bailan, como lo hacen las mázcaras de Manzaneda. Los tres concellos forman ya un triángulo del entroido, que han acomodado los días para no pisarse. Así, Vilariño adelantó hace varios años su desfile (y la Festa do Cabrito, que por segundo año fue solo para los vecinos y cada uno en su casa) al sábado, para poder disfrutar todos juntos del Domingo Gordo de Viana do Bolo (donde los participantes en el desfile recibirán una fiambrera con androlla para comer, al no poder celebrarse la multitudinaria cita gastronómica en el pabellón y la carpa) y acercarse el martes a Manzaneda. Los tres volvieron a juntarse tras el parón impuesto por la pandemia el año pasado, y lo hicieron con un concurrido desfile al que invitaron también a foliones de A Pobra de Trives, A Gudiña y O Bolo. Los boleses de Buxán son habituales todos los años, ya que ellos no tienen un entroido propio y acuden de visitantes a los de otros municipios.
Había muchas ganas de entroido entre los foliones, pero también entre el público. Y así lo demostró el hecho de que la plaza de Vilariño estuviese lleno de gente desde primera hora y hasta que remató el desfile, ya en el área recreativa, tras haber hecho varias paradas en el recorrido, entre ellas ante la casa de un vecino que agradecía sonriente el gesto de los foliones cuando comenzaban a tocar frente a su ventana. El entroido ha vuelto. ¡Viva el entroido!