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Vilachá, un carnaval que resucita en la Ribeira Sacra: "Hai moitísimo que non me vestía de señorita"

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

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Vecinos de esta parroquia de A Pobra do Brollón celebran el Domingo de Entroido como antes, con farrumecos, señoritas y señoritos

01 mar 2022 . Actualizado a las 15:53 h.

Farrumecos, señoritas y señoritos. Esos y los más conocidos compadres y comadres eran los personajes del carnaval popular de Vilachá de Salvadur. Hacía décadas que esta parroquia de A Pobra do Brollón no lo celebraba, pero este año un grupo de vecinos decidió revivir la fiesta. Este domingo volvieron a pasearse alrededor de la iglesia. Si el asunto cuaja, el año que viene serán más.

Matilde López tiene 80 años y este domingo salió de su casa en Vilachá cubierta de la cabeza a los pies con una colcha de colores y el rostro oculto tras una careta. Se había vestido de señorita, uno de los personajes del entroido que se celebraba antes en esta parroquia. Junto a la iglesia de la parroquia y rodeada de niños que correteaban disfrazados, Matilde explicaba que no es la primera vez que se viste así para celebrar el carnaval: "Xa me vestira algunha vez de señorita pero hai moitísimos anos e mira que eu xa teño 80".

Hace tanto tiempo que Vilachá no celebraba el carnaval de esta manera que ni ellos mismos tienen claro cuánto. Juan Vázquez tiene 50 años y cree que hace al menos 20 o 30 que no se hacía. A su lado está Milucha Defente, que tiene los mismos 80 años que Matilde y lo corrige: "Hai polo menos 60 ou 70 anos que se deixou de organizar a festa". Ella asegura que en algún momento de los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado se produjo un incidente que dio al traste con el entroido tradicional. Una denuncia de alguien que se ofendió por alguna trastada y que acabó provocando incluso detenciones. Si aquello marcó el final de la fiesta o fue solo el principio de su declive lo sabrán los vecinos más veteranos, pero el caso es que hacía mucho tiempo que Vilachá no celebraba su entroido.

En Vilachá el carnaval se polongaba durante las dos semanas que precedían al Domingo de Entroido. Igual que ocurría en toda la comarca de Monforte, empezaba con el Xoves de Compadres y continuaba con el de comadres. Entre el primer jueves y el Domingo de Entroido, las mujeres de la parroquia trataban de robar los compadres que habían fabricado los hombres, y ellos hacían lo propio con las comadres de ellas. Y el domingo de la fiesta estallaba con muñecos de comadres y compadres por todas partes, y con las señoritas, los señoritos y los farrumecos como protagonistas absolutos.

Las colchas con las que se cubrían las señoritas imitaban vestidos femeninos. De igual forma, los señoritos eran hombres vestidos de una forma exageradamente elegante. Y en medio de unos y otros estaban los farrumecos o mecos, personajes burlescos que iban vestidos con ropas viejas. "Os mecos traían paus, mollábanos na terra e zoupábanlles con eles aos que non estaban disfrazados", recuerda Milucha Defente. Pero el repertorio de gamberradas de los farrumecos era amplio. Otra de las habituales era, según explica esta vecina, "levar un cichón cargado con leite mazado que lle cirrichaban á xente mentres facían como que lles querían sacar fotos".

El éxito de la recuperación de esta vieja fiesta dependerá de los que el conjunto de los vecinos de esta parroquia de A Pobra do Brollón se quieran implicar en ella. En cualquier caso, está claro que no va a ser exactamente igual que antes. Será imposible sencillamente porque las cuatro aldeas de la parroquia están hoy mucho menos pobladas que cuando se hacía el carnaval. Este domingo se veía a muchos niños disfrazados en Vilachá, pero ni ellos ni sus padres viven allí de forma permanente, sino que solo van algunos fines de semana. Así es imposible recuperar los jueves de comadres y compadres, así que el recuperado entroido de Vilachá lo concentrará todo en el Domingo de Entroido.

Las señoritas y señoritos y los farrumecos solo se dejaron ver este año en los alrededores de la iglesia, pero en el 2023 los vecinos intentarán pasearlos también por A Abelaira, A Eirexa y Trasmonte, los otros tres lugares que forman la parroquia de Vilachá. Esta vez se juntaron unas veinte personas para revivir la fiesta. El año que viene esperan ser más. "O entroido era algo noso -explica Juan Vázquez- e querémolo recuperar como o que era, un tempo de alegría para toda a parroquia".

El Oso de Salcedo y el Entroido Ribeira, los otros carnavales populares de la Ribeira Sacra

Si consiguen revivir el de Vilachá, los vecinos de esta parroquia de A Pobra do Brollón conseguirán habrán sumar otro entroido tradicional a los que se conservan en la Ribeira Sacra. Los más vigorosos son los del Oso de Salcedo, una parroquia de A Pobra do Brollón, igual que Vilachá; y el Entroido Ribeirao, que resiste en la parroquia de Santiado de Riba, en Chantada.

Este año no se celebran en su formato completo ninguno de estos dos carnavales populares. El Oso de Salcedo tenía que salir este lunes, pero no lo hará. Las aglomeraciones y el contacro físico que son habituales de esta fiesta casan poco con la precaución contra el covid-19, así que los vecinos de Salcedo han decidido organizar solo las representaciones de teatro que son su otra seña de identidad. En cuanto al Entroido Riberao de Chantada, los vecinos han decidido mantenerlo en suspenso por segundo año conseccutivo. Los volantes y sus espectaculares puchos salieron, pero sin más público que unos pocos vecinos.  

Pantón y Folgoso do Courel también recuperan entroidos

El de Vilachá no es el único carnaval tradicional de la Ribeira Sacra y el sur de Lugo que los vecinos están tratando de recuperar-Hay procesos similares en marcha en los municipios de Pantón y Folgoso do Courel también están recuperando entroidos tradicionales.

En el caso de Pantón, ya es el segundo año consecutivo que la parroquia de San Romao de Acedre resucita el farranquí, farramplán o meco, y las "van de branco", las máscaras protagonistas del Entroido do Cabe, que en tiempos se celebraba también en las parroquias vecinas de San Fiz de Cangas y Frontón, las dos en la margen derecha del tramo final del río Cabe, igual que San Romao de Acedre. Lo hicieron por primera vez en el 2021, en un ensayo en plena pandemia que tuvo continuidad este año. Los personajes de este carnabal volvieron a pasearse este Domingo de Entroido entre las casas y por los prados del pueblo de Budián, en una fiesta impulsada por la asociación de vecinos de San Romao de Acedre y la asociación Segredos de Pantón.

En cuanto a Folgoso do Courel,