Pontevedra prepara por fin un plan museístico para la Illa de Esculturas
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En verano habrá nuevos mapas y una audioguía descargable para recorrer el parque
04 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Pontevedra tiene en la Illa do Covo, o Illa de Esculturas, un elemento más que singular. Único. En julio de 1999 se inauguraba el mayor museo al aire libre de Galicia, con obras realizadas expresamente para su exposición permanente en Pontevedra por una docena de artistas de renombre internacional. El valor artístico de lo allí expuesto es algo desconocido incluso para muchos pontevedreses debido a cierta falta de atención por parte del Concello. Sí se actuó en el entorno natural de la Illa, pero el cuidado de las obras de arte no siempre fue el idóneo.
Ahora, al fin, el gobierno municipal quiere afrontar la ejecución de un plan para poner en valor las esculturas y para hacer de la Illa do Covo el espacio museístico de referencia internacional que merece ser.
El concejal de Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda (BNG), explicaba este jueves que en los últimos años la mejora del entorno natural de la Illa «derivou nunha chegada cada vez maior de xente, que ve neste lugar unha zona idónea para o paseo, o descanso ou o deporte». Pero no ocultó que las obras de arte pasaron a un segundo plano «e en moitos casos son descoñecidas para a veciñanza e os visitantes, polo que imos facer unha intervención de posta en valor deste espazo».
Una intervención que el grupo del PP, en la oposición municipal, demandaba en el pleno del pasado mes de octubre a través de una moción que mereció el respaldo unánime de la corporación. El apoyo del gobierno local se produjo porque ya estaba en mente llevar a cabo la actuación que se acaba de anunciar.
En dos fases
Este plan del Concello incluye dos fases. La primera, que se ejecutará de inmediato —se pospuso estos días a causa de la lluvia—, afecta directamente a las obras expuestas en el lugar, que desde hace un tiempo se han convertido en lienzo habitual de los grafiteros más irrespetuosos con el arte. En aquella moción del PP se describía que la Illa se ha convertido «nunha gran decepción: obras maltratadas por pintas u por vandalismo, cheas de lixo, sen mantemento, cubertas pola maleza...».
Lo primero que se va a hacer ahora es una limpieza exhaustiva de todas las obras escultóricas, a las que además se les va a aplicar un tratamiento especial antigrafitos. Este no impedirá que se pinte sobre ellas pero hará más sencilla su limpieza en caso de actos vandálicos.
Además, también se procederá a la limpieza de todo el entorno de cada una de las obras para ponerlas en valor, de modo que la visita resulte más atractiva y las piezas se vean tal y como fueron concebidas por sus autores. Estas intervenciones se van a llevar a cabo de inmediato y supondrán una inversión de 35.000 euros.
Y antes del verano se quiere tener lista una segunda fase que persigue esa reactivación del aspecto museístico de la Illa do Covo. Según detalló Moreda, se hará, por un lado, «reformulando a sinalética con paneis informativos que indiquen a posición das pezas, información sobre elas e a súa situación». Además, también está previsto editar una serie de audioguías que el visitante podrá descargarse en su móvil para recorrer la Illa, «nas que se escoitará información das pezas, dos autores e algunhas curiosidades sobre as mesmas».
Por último, también el Concello editará una guía didáctica destinada a alumnos de los niveles de educación primaria. El objetivo es que ya desde pequeños, los pontevedreses aprendan a valorar ese espacio único que es la Illa do Covo.
Un espacio de siete hectáreas que nació al amparo del Xacobeo 1999
La Illa de Esculturas nació al amparo del Año Xacobeo 1999, y fue una iniciativa de la Xunta. El proyecto, ideado e impulsada por los profesores Antón Castro y Rosa Olivares, ocupó siete hectáreas a orillas del río Lérez y se invitó a participar a una docena de artistas de renombre internacional, con obras en museos de todo el mundo. Giovanni Anselmo, Fernando Casás, José Pedro Croft, Dan Graham, Ian Hamilton Finlay, Jenny Holzer, Francisco Leiro, Richard Long, Anne y Patrick Poirier, Robert Morris y Ulrich Rückriem fueron los artistas que idearon piezas específicas para este espacio natural, que guardan un nexo en común: en todas las obras está presente el granito, como una especie de homenaje a este material tan presente en la cultura gallega desde la antigüedad hasta nuestros días.
Cuando se van a cumplir 23 años desde su inauguración, el estado de las esculturas no es el mejor. Han sido reiteradas las críticas sobre el estado de conservación de las obras artísticas. A menudo, a causa de actos vandálicos, con las pintadas a la orden del día. En otros casos, por falta de cuidado, como es el caso de la obra de Leiro, Saavedra. Zona de ocio, una batea que flota en el Lérez, inaccesible para los grafiteros pero que ya hubo que reflotar en dos ocasiones —en 2008 y el año pasado— a causa de la mala conservación.
Moreda, para quien «a calidade das obras expostas fan deste espazo un dos museos ao aire libre máis importantes e mellor dotados do país», cree que es el momento de poner en valor las piezas artísticas tanto para disfrute de los pontevedreses como para servir de polo de atracción turística.