La sierra de Barbanza ofrece una amplia variedad de cascadas formadas en ríos y regatos, pero la más relevante, por sus 50 metros de caída, se sitúa en el municipio de Boiro, en el denominado Rego Lampreeiro
05 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La sierra de Barbanza es un universo en el que gravitan naturaleza en diversas manifestaciones; patrimonio arqueológico de distintos períodos históricos; pequeños núcleos de población; tareas agrícolas y forestales; explotaciones de energía eólica e hidráulica; redes de telecomunicaciones; vestigios monásticos; un destacamento militar estratégico; así como mitos, leyendas y otros interesantes aspectos. Nada extraño, en todo caso, porque detrás de la apariencia árida de las piedras que se aprecian en la distancia se esconde mucha vida en la que los ríos y regatos son las arterias y venas por las que discurre el elemento vital que es el agua.
Y esa «sangre» inodora e incolora que circula por este promontorio situado en el extremo suroeste de la provincia de A Coruña, además de contribuir a dar vida a las tierras por las que discurre y a las propias rías de Arousa por la cara sur; y de Muros-Noia, por la norte, regala parajes y estampas solo al alcance de quienes se aventuran a recorrer sus pistas y caminos. Uno de los polos de atracción de este espacio natural son las fervenzas, saltos de agua que se reparten por toda la montaña, y la reina de estas cascadas se encuentra en Cadarnoxo, en el municipio de Boiro, en un punto al que incluso es posible acceder en vehículo, pero siempre es aconsejable disfrutar recorriendo la naturaleza a pie.
La fervenza de Cadarnoxo se sitúa en un punto del regato de A Graña, también conocido como Rego Lampreeiro, que es un afluente del río Coroño. El salto tiene un desnivel de unos cincuenta metros, y la caída de agua es de forma escalonada. En inviernos lluviosos, llama la atención el poderoso chorro, que se vuelve considerablemente mermado en la temporada estival. Muy cerca, es posible disfrutar de la paz que transmite el sonido del agua al discurrir por las piedras y precipitarse al cauce al tiempo que se da un baño refrescante en una poza próxima.
Espacio bien cuidado
El acceso a la fervenza está señalizado, y el entorno de la cascada se encuentra bien cuidado, aunque no exento de la huella de visitantes incivilizados que dejan basura abandonada.
Para llegar en coche, el trayecto más fácil es a través de la carretera provincial Boiro-Noia. En el alto de Moimenta se encuentra un cruce que indica la subida al Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (EVA-10), que hay que coger y, a poco más de medio kilómetro, tomar una bifurcación a la izquierda, con una señal relativa a la propia cascada, que está a cerca de 700 metros.
Pero lo recomendable es trazar una ruta de senderismo con salida de Boiro, en dirección al lugar de Cures y, desde este núcleo, llegar a la fervenza de Cadarnoxo por pistas y caminos; o, incluso, seguir el cauce del río Coroño desde la playa de Barraña, para disfrutar de los paisajes y parajes fluviales.
Para completar la visita, una vez que se haya disfrutado de la fervenza, son buenas opciones subir al Iroite y, poco antes, aproximarse a la balconada que da para la ría de Muros-Noia, o bajar a Moimenta y jugar al golf.