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Este restaurante de Brión pone gran esmero en cocinar un mundo mejor

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

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Manuel Rey y Vanessa Amor están al frente de Kratos y cumplen el día 16 su sexto aniversario como gerentes del restaurante de Brión. El negocio acoge actualmente la exposición colectiva «Mulleres pintan mulleres», con la que cada año dan visibilidad a artistas locales y apoyan a una causa social. En esta ocasión, las ventas servirán para apoyar la labor de la asociación Centinelas de Santiago.
Manuel Rey y Vanessa Amor están al frente de Kratos y cumplen el día 16 su sexto aniversario como gerentes del restaurante de Brión. El negocio acoge actualmente la exposición colectiva «Mulleres pintan mulleres», con la que cada año dan visibilidad a artistas locales y apoyan a una causa social. En esta ocasión, las ventas servirán para apoyar la labor de la asociación Centinelas de Santiago. PACO RODRÍGUEZ

Kratos es un negocio comprometido que impulsa iniciativas culturales y sociales comprometidas con su entorno. Actualmente acoge una exposición de pintura en clave femenina a favor de la asociación Centinela, que trabaja en Santiago con mujeres en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia de género

05 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Kratos es mucho más que un restaurante. Es un establecimiento de Brión que pone esmero en su cocina, pero también en construir un mundo mejor a su alrededor. Desde que Manuel Rey y Vanessa Amor se hicieron cargo de la gerencia, decidieron que el suyo sería un negocio comprometido socialmente. En los últimos seis años el matrimonio colaboró con asociaciones y familias afectadas por distintas enfermedades (Dent, cáncer, mastocitosis, diabetes infantil...). Además, en el 2017 comenzaron a dar visibilidad a artistas locales a través de exposiciones. «A primeira foi colectiva e cada mes e medio organizamos algunha individual. Todo comezou grazas a unha mestra de Os Ánxeles, Martina Bugallo», explica Manuel. El bañés de 42 años cuenta que en el 2018 decidieron dedicar la muestra colectiva a las mujeres, que las autoras fueran también ellas, y darle un carácter solidario.

La iniciativa de Mulleres pintan mulleres se ha mantenido anualmente, incluso en el 2020 —interrumpida por el confinamiento— se hizo a favor del proyecto Vagalume y su lucha contra la explotación sexual y trata. Solo se suspendió el año pasado, forzada por las medidas sanitarias que afectaron a la hostelería, y este se retomó a beneficio de Centinelas. Casi una veintena de artistas participan en la exposición actual con obras en clave femenina: Bugallo, Cristina Carou, Margot, Castrolara, Sou Too, Rosa Alonso, Carmen Sampedro, Teresa González, Minia, Anetadocamilo, Luz Laya, Marisé Canda, Margot, Rossana Boullosa, Meme Mía, Ana Fariña Potel y Teresa Argivay. Las pinturas estarán hasta el día 31 entre el comedor y la cafetería de Kratos y las ventas servirán para apoyar a la asociación que trabaja en Compostela con mujeres en situación de vulnerabilidad y víctimas de violencia de género.

Para la pareja de hosteleros de Brión es importante dar cabida a la cultura y arte, en sus distintas expresiones. Además, no solo son profetas de la economía circular sino también practicantes. Miembros desde su fundación de la asociación Darredor, reciben a diario mercancía de productores locales y abastecen sus despensas en el mercado que se celebra dos veces al mes en Monte Balado, así como a través del colectivo santiagués Non é o mesmo.

Con una carta estable y platos fuera de carta que les permiten innovar, buscan sorprender a los paladares inquietos de la zona. «Facemos cociña de proximidade, feita con produto de aquí e con toques estranxeiros», señala el cocinero de A Baña, quien introduce en la carta conceptos que aprendió trabajando en distintos países, desde Brasil hasta Inglaterra, o en otras partes de España. La ejecución corre a cargo de Graciela, destaca él, y juntos se embarcan «de vez en cando en xornadas temáticas, xa sexa a festa dos calçots ou de cociña peruana. A idea é que a xente da comarca non teña que ir necesariamente a Santiago para probar cousas distintas». Los miércoles ofrecen comida mexicana y un fin de semana al mes hacen jornadas asturianas, en homenaje a la tierra de Vanessa, de 46 años, quien procede del sector comercial y hace gala de su don de gentes en el negocio familiar. Entre los proyectos a corto plazo que tiene la pareja entre manos, avanzan, está echar a rodar una food truck.