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La reserva temprana de casas de veraneo, otra promesa de que el verano será bueno

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VEN A GALICIA

MARTINA MISER

El mercado del alquiler vacacional empieza a moverse y hay algunas viviendas que ya están ocupadas para toda la campaña

05 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Son personas precavidas. Veraneantes «de proximidad» a los que no les asusta —aunque tampoco les tiene que hacer gracia— la posibilidad de compartir sus vacaciones con la lluvia. Nada más comenzar el año nuevo, comienzan a tantear el mercado inmobiliario de Arousa sur buscando un buen alojamiento para sus vacaciones de verano, y a estas alturas de marzo, algunos de ellos ya tienen reservadas las casas o los pisos en los que pasarán sus días de descanso. Esas reserva ultra tempranas no son algo nuevo: «Es lo normal sin pandemia», explican desde las inmobiliarias. Los dos últimos veranos, mientras surfeábamos las sucesivas olas de covid, afrontábamos los cierres perimetrales e intentábamos aclararnos con las restricciones, las reservas anticipadas se vieron reducidas a su mínima expresión: en el 2021, a nadie se le ocurría en enero hacer planes para el verano.

Pero este año los teléfonos de las agencias han vuelto a sonar, y los clientes madrugadores han vuelto a iniciar la búsqueda de los mejores hospedajes a los mejores precios. La empresa Apartamentos 3.000, una firma que gestiona inmuebles en diversos concellos de la zona sur de Arousa, destaca que este año ya tienen inquilinos para varios de ellos. «Durante la pandemia todo eran reservas de última hora. Gente que llamaba el día antes o que incluso llamaba ya estando en destino», señalan desde la central de reservas. La misma experiencia tiene Bea Castro, que además del hotel Cons da Garda (O Grove) gestiona apartamentos y viviendas turísticas. «En esta época lo que suelen salir son las reservas largas, especialmente para el mes de agosto», explica esta empresaria, quien señala que «las casas con piscina, junto a la playa, son las primeras que salen». Y habla de viviendas en Raeiros y San Vicente, zonas donde ya hay casas reservadas para los dos meses centrales del verano.

Que hayan vuelto esas reservas madrugadoras es una buena señal, dice Castro. «Es un indicador de que estamos volviendo a la normalidad prepandemia», asegura convencida de que este va a ser un buen año para el sector turístico gallego. Siempre y cuando el tiempo lo permita, recalcan desde A Illa de Arousa, donde las inmobiliarias destacan que el año pasado un verano pasado por agua enturbió la que podría haber sido una gran campaña. Y es que, como no se cansa de recalcar el sector una y otra vez, durante los meses de julio y agosto el público que llega hasta la ría busca fundamentalmente sol, playa, naturaleza. Y más ahora, que hemos aprendido el valor del aire libre.