Patrocinado por

La iluminación de la catedral de Santiago gana la Bienal Iberoamericana

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Sandra Alonso

El proyecto de Arkilum se inspiró en la luz natural del templo

06 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto lumínico del interior de la Catedral realizado por la empresa Arkilum se hizo con el premio del jurado de la Bienal de Diseño de Iluminación Iberoamericana, que se celebró a finales de febrero en México. El equipo encargado de la realización del trabajo ganador está formado por Ignacio Valero, Cecilia Tenreiro, Laura de Frutos, Ana Barbier y Francisco Loriente.

La iluminación interior del templo fue encargada por la Fundación Catedral, y financiada por Iberdrola. El proyecto ganador se extendió a todo el interior del templo, pero en el caso de la capilla mayor (altar de Santiago) solo se realizaron unos ajustes mínimos, ya que en el 2015 este espacio fue objeto de una intervención dirigida por Víctor Barbero, también a cargo de Iberdrola.

El autor del proyecto lumínico ganador explicó que la idea comenzó a desarrollarse un mes de julio de hace casi cinco años, cuando todo el equipo se situó debajo del crucero con todas las luces apagadas. Se trataba de apreciar el efecto de la luz natural que entra en la Catedral, y entender que las intervenciones sufridas por el templo a lo largo de su historia introdujeron cambios en el paso de la luz, que forman parte del patrimonio del templo en el mismo nivel que la propia arquitectura.

Sus autores se plantearon el reto de no traicionar esa realidad patrimonial de luz natural, y proponer una solución lumínica que no supusiera una alteración excesiva del ambiente creado por la luz natural. La propuesta final mantiene una zona de sombras densas, con poca luz, que crea un ambiente de recogimiento para respetar las condiciones ambientales que requiere el culto, pero contribuyendo, al mismo tiempo, a destacar los elementos patrimoniales y la arquitectura.

El equipo diseñó un plano de iluminación decorativa suspendida mediante luminarias que recorren todo el templo. Una solución que se completa con detalles de luz en las esculturas, pero manteniendo la iluminación escondida para copiar el ambiente tenue de la luz natural. Para el grupo de luminarias suspendidas se diseñaron votivas alrededor de la girola, que recrean las originales que portaban los ángeles barrocos. Las luminarias de las naves simulan una vela invertida, lo que permite que la luz quede escondida. Todos los elementos metálicos son conductores, lo que evita el cableado por el templo. En el caso del Pórtico de la Gloria se apostó por recrear la luz del atardecer, dado que este elemento arquitectónico está orientado a poniente. Para evitar deslumbrar las esculturas se optó por reducir la luz al mínimo.