Boqueixón recupera el pulso de la calle con una cita variada y bien organizada
08 mar 2022 . Actualizado a las 23:40 h.Ya apetecía hacer una cola y que la recompensa sean unas filloas y no un pinchazo o algo peor. Lestedo, todo el municipio de Boqueixón y la comarca de Santiago se sacudieron las ganas de fiesta y participaron masiva y organizadamente en la continuación de la que fue una de las últimas citas gastronómicas antes de que llegase la pandemia. Este año volvió tras el parón del pasado, y ya se prepara para cumplir las cuarenta ediciones. Las medidas de precaución sanitaria se hicieron notar con el control de aforo y la preservación de espacios para cada actividad, pero contribuyeron también a hacer más cómoda la convivencia.
Por más que lleve ya unos años en funcionamiento, el increíble artilugio de hacer filloas —1.500 a la hora— sigue generando asombro entre los asistentes, pero da igual que arranque a las diez de la mañana y que no pare hasta bien entrada la tarde, porque las colas fueron constantes y consumían tiempo de baile, pero era el precio a pagar por comer el manjar caliente. El otro precio, el tangible, 5 euros por una docena. Por las filloas á pedra y los rellenos habrá que esperar a la próxima edición.
Presencia institucional
Del prudente comportamiento de los asistentes dio cuenta la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y debajo de la mascarilla no parecía poner caras de reprobación su colega Julio García Comesaña, el conselleiro de Sanidade, que participó por primera vez en la fiesta. Por parte del Gobierno gallego tomó la palabra la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, que destacó la capacidad del municipio de Boqueixón para organizar una fiesta gastronómica que tiene otras dimensiones, como el entroido tradicional —hubo atranque, pero no desfile—; el cultural, con la inauguración de la muestra fotográfica 39 anos filloando; y el turístico, ya que la directiva de la Xunta considera que esta es una buena oportunidad para conocer la comarca y sus atractivos, como el Pazo de Oca, el Pico Sacro o la última etapa de la Vía da Prata. Buenos motivos para seguir creciendo como evento y convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional, deseó.
Hubo baile con Olympus y Finisterre, pero la parte más protocolaria de la cita fue presentada por la actriz María Mera, que fue dando paso a los protagonistas de una fiesta que quiere ser agradecida. El alcalde, Manuel Fernández Munín, y el presidente de la Asociación Cultural da Filloa, José Manuel Canabal, destacaron la «implicación e ganas» demostradas por los vecinos y los organizadores por no dejar pasar otra edición que a principios de año estaba en el aire.
El escritor y profesor Xosé Manuel Lobato, nacido en Lestedo, fue el encargado de ofrecer un pregón muy literario en el que dio lectura a varios textos de autores como Castelao o Neira Vilas. Y destacó la labor de las filloeiras de su parroquia, que «lograron a mellor versión dun nutrimento que se deixa engaiolar coa paixón coa a que é elaborado con auga da fonte sacra do Pico, óleo e relón de Boqueixón», para acabar deseando «saúde e filloa» a todos los presentes.