La hispanoperuana Sandra Gamarra revisa en el CGAC el pasado colonial
VEN A GALICIA
«Buen gobierno» se organiza en tres espacios diferenciados: la Sala de Sustracción, la Sala del Espejismo y la Sala del Reconocimient
11 mar 2022 . Actualizado a las 11:29 h.El libro Primera crónica y buen gobierno, redactado en castellano en 1616 por el cronista amerindio Felipe Guamán para que fuera enviado al rey Felipe III con el objetivo de retratar la realidad andina colonial y pedirle una reforma del gobierno para salvar al pueblo andino de la explotación, las enfermedades y las mezclas raciales, sirve de punto de partida a la artista Sandra Gamarra Heshiki (Lima, 1952) para revisar el pasado colonial en Latinoamérica a lo largo de las salas del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC). La muestra, que precisamente toma el título de ese libro, Buen gobierno, podrá visitarse desde hoy hasta el 29 de mayo. «Es exposición especialmente necesaria para comprender nuestra posición hoy en el mundo global y para conocer la historia en común de Perú y España», resaltó el director del museo, Santiago Olmo.
La creadora peruana afincada desde hace años en España, Sandra Gamarra, explica que abordó ese pasado colonial desde una doble sensibilidad: «Yo me considero una artista contemporánea y occidental, soy pintora, pero también me siento heredera y deudora de toda una historia de mi país natal». Para el comisario de la muestra, Agustín Pérez Rubio, la artista enfrenta al espectador «a entender de la contemporaneidad, desde el hoy, toda la cuestión del pasado y cómo se pueden construir nuevos modos de convivencia [...]. Ofrece perspectivas cruciales para repasar nuestros temas coloniales». Una línea en la que también incidió el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, que subrayó la importancia de cuestionar clichés.
Buen gobierno se organiza en tres espacios diferenciados: la Sala de Sustracción, la Sala del Espejismo y la Sala del Reconocimiento. En la primera, el recorrido comienza precisamente con la artista tomando páginas del libro de Felipe Guamán incluyéndole imágenes de patatas, un producto llegado desde América. En esta primera parte, pone el foco en la extracción minera y muestra cómo aún siguen vigentes elementos de ese pasado colonial.
La Sala del Espejismo está articulada a modo de pinacoteca. La artista copia en ella algunos de los cuadros históricos para contraponerlos a otras realidades, ya que, dice, «la historia no está contada del todo». Entre ambas visiones, una cadena tejida con hilo de plata, una materia prima extraída en la época colonial. Gamarra contrapone El descubrimiento de América —una obra basada en el cuadro pintado por el burgalés Dióscoro Teófilo Puebla y Tolín titulado Primer desembarco de Cristóbal Colón en América— a El descubrimiento de Europa; o Los funerales de Atahualpa, que elude cualquier narración sobre cómo murió el guerrero inca, a El nacimiento del Perú, donde figura el cuerpo estrangulado de Atahualpa. La última sala en que se desarrolla la muestra, la del Reconocimiento, aborda cómo las prácticas «perpetúan el orden colonial» y pone el foco en el uso que se hace del patrimonio expoliado.