El hotel Voar reabre su restaurante con las novedosas propuestas del chef Rubén Fuillerat

El hotel Voar, un clásico de la hostelería ribadense y mariñana, ha reabierto este fin de semana su restaurante, tras varios meses cerrado, y lo hace de la mano de un nuevo chef, Rubén Fuillerat, con una carta totalmente renovada para ofrecer nuevas posibilidades gastronómicas a los ribadenses y los visitantes.

Con un menú del día de 12,90 euros, el cliente podrá optar por recomendaciones del chef como «mousse de foie de oca, con rosa de manzana glaseada y reducción de frutos del bosque», «danza de mariscos, con aires de Galicia y salsa tártara», «lubina hojaldrada, rellena de mousse de mariscos con salsa fina de setas y caviar» o «tataki de entrecot, al punto, con sésamo y salsa de miel y mostaza».

No faltan en la carta los arroces, sugerentes y novedosos, como el «colorao, con sepia y carabineros» o clásicos como arroz con bogavante, sepia y gambón, el arroz a banda «estilo señoret» o el arroz negro, con tinta de calamar, sepia y gambones. Ni tampoco la atención a las carnes y pescados. De estos últimos, algunas propuestas con «lingote de bacalao confitado, con pisto a fuego lento y ajetes frescos fritos» o «brocheta de rape y langostinos, con salsa suave y carabineros». Además, el restaurante dispone de servicio de parrilla. Y platos específicos para vegetarianos y veganos.

El Voar lanza su oferta también como restaurante para eventos, reuniones familiares, comuniones, bodas (ya tiene una reservada), aprovechando sus amplios salones. De cara a la primavera, hacia el mes de mayo, también pretende abrir al público la terraza y la piscina del hotel.

En uno de los comedores, donde se exponen obras cedidas por la Fundación Sargadelos, Rubén Fuillerat, formado en Madrid y que cogió prestigio y ganó premios gastronómicos ejerciendo en la zona de El Escorial, y que lidera esta nueva etapa del Voar como responsable de cocina, explica que trabajará con productos de temporada y «cosas sorprendentes».

«No propondremos menús, digamos, habituales, sino más elaborados, con guarniciones, salsas, detalles en la sal, para hacer algo diferente», explica.

Así sugiere platos que juegan con los «sabores mediterráneos, pero con mi toque creativo, de cocina de autor». Y en ello, además de la preparación, la presentación es fundamental: «Busco sorprender, con mucho trabajo de elaboración para dar el mejor resultado posible. Para que cuando se presente el plato, el cliente primero quiera hacerle una foto y después saborearlo y disfrutarlo».

El restaurante abrirá todos los días, comidas y cenas, salvo los domingos por la noche.

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