El lugar de Roncesvalles se convierte en el centro de referencia para iniciar una singular excursión
12 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Cambre conserva un respetable conjunto de cruceiros: una veintena nada menos, desperdigados aquí y allá, y que se convierten en una buena disculpa para hacer una excursión en coche por esas tierras. Y de paso darse una vuelta por Roncesvalles. No, no se trata de ir a ese conocido paso de los Pirineos, desde luego, sino llegarse a ese lugar homónimo emplazado en el mencionado municipio gallego.
De modo que, para conocer algunos de esos ejemplares de la cultura y arquitectura tradicional gallega, desde Cambre se elige la DP-1704 en dirección a Ponte y Corgo (o sea, al embalse de Cecebre), para arribar a Roncesvalles, y en la bifurcación detenerse ante el primero de esos cruceiros, el de Lema, en medio de un pequeño jardín. No se sabe cuándo fue levantado este pequeño tesoro granítico que se ve bien conservado, pero una inscripción poco legible indica que tal cosa sucedió bien avanzado el siglo XVIII.
Esa carretera ancha y descendente que lo deja a la diestra va a dar a San Cibrán de Brives, y cuando el enorme edificio monacal esté recuperado todo van a ser buenas noticias. Porque el lugar se presta a aparcar allí —hay sitio de sobra—, a dar un corto paseo, a contemplar el magnifico palomar en ruinas, a acercarse a la iglesia —otro ejemplo de gran sobriedad— reconstruida en 1778 según informa un panel que hay muy cerca del templo y, desde luego, a fijarse en su cruceiro, que con su humildad y todavía poca historia (fue inaugurado en el 2006) queda un poco oscurecido ante tanta piedra noble. Y para completar el entorno, un bar restaurante, Casa Becerra, de cuya cocina, precios y amabilidad solo se pueden decir maravillas, sobre todo si ese día hay carne asada.
Marcha atrás a Roncesvalles y se circula por la otra carretera (también se puede acortar por una pista a la izquierda) con el fin de ganar San Paio de Brexo y su cruceiro de granito puro, y que entra en el capítulo de lo muy posible que también date de los tiempos del barroco, siglo XVIII. Resulta admirable comprobar como el cantero logró adaptarlo al desnivel del terreno.
Y más adelante, otros dos ejemplares más o menos juntos. Uno está en San Roque y el otro al lado de la iglesia de Santa María de Vigo.
De vuelta a ese punto estratégico que es Roncesvalles, si hay tiempo cójase la pista de la izquierda rumbo a Bandebó para acabar en San Lourenzo de Meixigo, al lado de cuyo templo se yergue otro ejemplar de cruceiro más, en este caso muy completo y con una esbeltez que le da su altura. Es dar muchas vueltas, pero compensa.
RONCESVALLES
43º16'45''N 8º19'27''W.
BREXO
43º16'11''N 8º19'02''W.
MEIXIGO
43º16'21''N 8º20'04''W.
LA MEJOR FOTO
En el cruceiro de Lema.