Reconocen que la crisis de Ucrania afectará al turismo, pero creen ese impacto se verá compensado por las ganas de vajar y el regreso de las procesiones. El Pazo Libunca reabrirá su restaurante el 10 de abril y el Parador renueva su oferta gastronómica
14 mar 2022 . Actualizado a las 14:16 h.Es más que probable que la guerra de Ucrania y la escalada de los precios de los combustibles y materias primas lleve a anulaciones o, cuando menos, a contener el gasto en las vacaciones de Semana Santa, pero los responsable de los hoteles de la zona creen que ese efecto no se notará tanto en Ferrolterra y se verá compensado por las «ganas de viajar» y la recuperación de los desfiles procesionales en la urbe naval, declarados de Interés Turístico Internacional.
Las perspectivas son «muy buenas» y gran parte de los establecimientos consultados confía en «rozar el lleno» en esas fechas. Ese es el caso, por ejemplo, del Parador de Turismo de Ferrol, donde la ocupación para los días grandes de la Semana Santa alcanza ya el 88% de su capacidad, estando ya todo completo para el Sábado Santo y quedando solo habitaciones individuales para el Viernes Santo. El director, José Antonio Cedena, cree que la crisis de Ucrania puede afectar a la compañía de forma global, por el encarecimiento de los suministros de energía y materias primas, pero considera que la llegada de turistas a esta zona no se verá tan afectada como en Levante, Andalucía o Levante, «donde el cliente ruso tiene mayor presencia que en los Paradores del interior o de la costa norte».
Desde el Hotel Alda Suizo también se muestran optimistas: las reservas alcanzan ya el 59 %, y la previsión, cuando falta todavía un mes, «es rozar el lleno en esas fechas y superar de forma notable los datos de 2021, cuando en el mismo período hubo una ocupación del 55%», apuntan desde el establecimiento de la calle Dolores. En enero y febrero ha habido una ocupación media del 64,66 %, un indicador «muy positivo», ya que se encuentra por encima del 47,65 % registrado a nivel general en todos sus establecimientos por la cadena Alda.
También esperan un lleno casi total en Semana Santa, o al menos de un 90 % durante los días grandes, en el Sercotel Odeón de Narón. «Antes de la pandemia, la ocupación durante la Semana Santa crecía año tras año en Ferrol y sin duda seguirá su ascenso», advierte la directora, Bibiana Reyes. En el Hotel América, las reservas garantizan ya un 70% de ocupación en Semana Santa, aunque confían en alcancen el 100 % en esas fechas. Y en Hotel Silva también esperan lograr el lleno, como ocurrió en el 2019, aunque que todo dependerá de las condiciones meteorológicas, «determinantes en las reservas de última hora», según apuntan desde el establecimiento, donde suelen recibir a muchos peregrinos del Camino Inglés.
Desde el Hotel Real de la calle Dolores —que ahora se encuentra cerrado de manera estacional, pero reabrirá sus puertas el próximo 25 de marzo— también se muestran muy optimistas, al igual que el nuevo director del Gran Hotel Ferrol y del Hotel Valencia, José Antonio Hernández Bayano. «La ocupación en lo que llevamos de 2022 ha sido muy buena y en Semana Santa esperamos rozar el lleno», advierte el nuevo responsable de los dos alojamientos propiedad de la familia Vílchez. Tras residir durante varios años en Tanzania trabajando para hoteles de cinco estrellas del grupo Meliá, este profesional del sector, natural de Cartagena, se ha incorporando a su nuevo puesto en Ferrol con «mucha ilusión» y «ganas de trabajar».
El Libunca abrirá su restaurante el 10 de abril y el Parador renueva su oferta gastronómica
El sector hotelero de la ciudad recupera el pulso tras haber dejado atrás lo más duro de la pandemia y son muchas las novedades previstas para los próximos meses, como la reapertura del spa del Sercotel Odeón en la primera semana de abril o la inauguración de dos nuevos establecimientos en este 2022: el Hotel Chips Vilar do Colo (prevista para junio) y el complejo Finca dos Mares en Covas.
Pero, además, la oferta gastronómica del sector se verá ampliada con la apertura del restaurante del Pazo Libunca de Narón, que tras un período de inactividad volvió a acoger eventos en el 2020 de la mano del grupo Montesqueiro, y en el 2021 recuperó su actividad como hotel, gestionado de forma directa por sus propietarios. A esos dos servicios se sumará a partir del 10 de abril el restaurante del pazo, donde tanto huéspedes como clientes externos podrán disfrutar de una carta con muchos platos gallegos, pero también con especialidades castellanas como el cochinillo y el cordero segovianos. Para ello los responsables del imponte alojamiento indiano han fichado al cocinero naronés Diego Platas.
Y también en abril, concretamente a partir del día 1, el Parador de Turismo de Ferrol renovará su oferta gastronómica, eliminando de ella el concepto Enxebre, basado en tapas y comida típica gallega en un ambiente informal. Aunque la cocina de la tierra será siendo protagonista, se incorporarán a la oferta platos de otras comunidades, «y el servicio y puesta en escena adquirirán un nuevo grado de formalismo y tecnificación», según apunta el director, José Antonio Cedena.