El lalinense Javier Blanco regresó a casa tras despedirse de su amigo chino, que sigue el Camino, en Villafranca del Bierzo
13 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Fueron casi tres meses juntos y despedirse no fue fácil. En este tiempo, lo que empezó con una transacción económica para la venta de un caballo acabó en una profunda amistad que hizo que el chino Zhixian Xu y el lalinense Javier Blanco se consideren ya casi hermanos. Ambos se despidieron en Villafranca del Bierzo y desde allí, Zhixian Xu prosigue en solitario su viaje rumbo a China siguiendo, de momento, la ruta jacobea que marca el Camino Francés pero a la inversa.
Blanco reconoce que ya lo echa mucho de menos «e el a mín» señalando que a la hora del adiós «lle caían as lágrimas». Seguirán en contacto y señala que «xa sabe que me pode chamar para o que precise porque eu era o que me encargaba de facer as chamadas para as reservas e demais» y se brinda a seguir echándole un cable si lo necesita, aunque sea a distancia dándole pautas sobre el herraje de los cascos del caballo, entre otros consejos. En este tiempo juntos vivieron ya muchas cosas desde alguna comida navideña en casa de Blanco a rutas a caballo y hasta el Entroido. Blanco cuenta que hicieron un alto en el recorrido en el Camino para regresar sobre sus pasos a Lalín y disfrutar del Entroido.
Una celebración que Zhixian desconocía totalmente pero que disfrutó disfrazándose y todo, Blanco explica que echaron mano de los atuendos que tenían por casa de otros años «e disfrazámolo de monxa». Los dos salieron de Lalín por el Camino de Santiago hasta la capital compostelana y desde allí partieron juntos por el Camino francés después de que Blanco decidiera acompañarlo algunas etapas.
En su periplo, explica Blanco, hicieron amigos y se encontraron con muchos que conocían la historia de ese chino que compró un caballo en Lalín y quería volver en el a su país. Javier Blanco cuenta que «fixose famoso».
En las diferentes etapas fueron sorteando las dificultades de ir encontrando un lugar para los caballos y Zhixian Xu llegó a pasar alguna noche en la tienda de campaña que lleva consigo para quedarse cerca de los equinos su caballo Furión y la yegua de Blanco.
Nieve en O Cebreiro y visita a Las Médulas
La etapa más dura la vivieron, relata Blanco, acercándose hasta O Cebreiro donde se encontraron con nieve. Explica que «ao ir polo Camiño e estar pouco transitado nesta época, a neve íase metendo nos cascos dos cabalos e endurecéndose» por lo que cada poco tenían que ir quitándole a los animales la que se les metía en los cascos. En Sarria les regalaron unas conchas personalizadas para los caballos y unos libros de relatos del Camino. Desde Santiago siguieron por Arzúa, Melide, Palas de Rei y Portomarín recogiendo para regresar a Lalín. Una vez pasado el Entroido continuaron por Sarria, Triacastela para proseguir por O Cebreiro.
En el camino apunta Blanco, encontraron pocos peregrinos pero de nacionalidades diferentes: mexicanos, ingleses, franceses, italianos y un polaco, así como un holandés que viajaba en un poni irlandés. El cierre de algunos albergues les obligó a buscar otras alternativas. En Triacastela, apunta, «atopamos unha casa dun australiano que fixo o Camiño e quedou aquí» y en Vega de Valcarce acabaron en una casa que acogía peregrinos y en la que cenaron paella. Tras quedarse solo, Zhixian Xu regresó sobre sus pasos para visitar Las Médulas, donde, cuenta Blanco, pasaría la noche del viernes. Le desea a su amigo que consiga su meta y siga encontrándose con buena gente.