Esta es la cloaca romana de Lugo, la única de Galicia que se podrá visitar
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El Concello licita las obras que permitirán ver y conocer un yacimiento inédito en la comunidad
16 mar 2022 . Actualizado a las 12:45 h.La puesta en valor de los yacimientos romanos de Lugo es en ocasiones lenta pero cada paso que se da supone una oportunidad para su proyección turística y cultural. El Concello licita esta semana las obras para la conservación y musealización de los restos de la única cloaca romana que se conserva en Galicia, y que fueron hallados en 1994 en el barrio de O Carme, en un sótano por detrás de la sala arqueológica de Porta Miñá. Las obras costarán 436.000 euros, y su ejecución, una vez que sean adjudicados, será de ocho meses.
La alcaldesa, Lara Méndez, destacó que la conservación y exposición de los restos que se encontraron de la cloaca principal de Lucus Augusti «vai un supoñer un paseo pola nosa historia, que nos axudará a entender mellor o noso pasado, e tamén para ofrecer lugares para visitar na conexión entre o centro e o río Miño». Las obras de musealización forman parte del proyecto Muramiñae, que con fondos europeos el Concello ejecuta para conectar la ciudad con el río.
El arqueólogo municipal, Enrique González, explicó la relevancia de la cloaca que será expuesta al público. Señaló que formó parte del sistema principal de saneamiento que partía de la parte alta de la ciudad, en el foro romano, y desde el decumanus maximus (la actual Rúa da Raíña) bajaba hacia Porta Miñá, para canalizar las aguas o bien hacia el Miño o en el Regueiro dos Hortos. Su construcción está fechada a partir de mediados del siglo IV gracias a una moneda acuñada entre 341-346 d.C. que fue hallada en el canal de cimentación, excavado en la roca natural.
González dijo que en las ciudades romanas lo habitual era que cuando se construían ya se hiciesen las cloacas por debajo de la traza urbana, como por ejemplo se puede visitar en la actualidad en Astorga. Pero que en el caso de Lugo no sucedió así, quedando el saneamiento circunscrito a los canales que había junto a las calzadas. Pero fue en el siglo IV cuando se acometieron las obras de construcción de las cloacas de Lugo, lo que en opinión del arqueólogo supone una nueva demostración de la relevancia que en aquel momento tenía Lucus Augusti: «Cada vez máis comprobamos que a mediados do século IV Lugo ten un potencial económico moi grande, e vese nestas cloacas, na construción da Muralla ou na importante produción oleira, ademais de ser capital administrativa, relixiosa e xurídica cun convento do Imperio».
El arqueólogo explicó que los restos de la cloaca de Lugo son los únicos que se conservan en Galicia (salvo un pequeño tramo en una villa romana en la Vía XVIII en Valdeorras, pero que no es visitable) en la medida en que era la única gran ciudad de la época. Recordó que en las grandes urbes del Imperio en la península se conservan y exponen los restos de sus cloacas, por lo que hacer lo mismo con la de Lugo servirá para explicar en Galicia cómo era y para qué servía la red de abastecimiento y saneamiento de las ciudades romanas.
Nuevas excavaciones
Las obras que permitirán la visita comenzarán por acondicionar el espacio para poder acceder. Luego se hará una excavación del interior ya que se halla colmatada y con numeroso relleno acumulado. Se espera poder encontrar restos de cierto valor, así como tomar muestras de los sedimentos para conocer más datos sobre la vida cotidiana de la época. Luego se hará un trabajo de consolidación y rehabilitación, ya que hay una parte de la cloaca derruida. La última fase será la musealización.
Alfarería de Lugo por el Imperio
González recordó que en O Carme se halló alguno de los muchos hornos alfareros que desde antes de la construcción de la Muralla y hasta los siglos V y VI hubo en la ciudad, hasta el punto de que productos elaborados, y con marcas de alfareros, de Lugo se llegaron a encontrar en yacimientos más allá del río Duero. González apuntó que era como una especie de alfarería con denominación de origen de Lugo, y que era muy apreciada en numerosos territorios del noroeste hispano.
¿Qué se podrá ver al terminar las obras?
Cuando se terminen las obras de acondicionamiento, conservación y musealización, los visitantes podrán acceder al lugar donde se encuentra la cloaca, un semisótano de un edificio que formó parte del antiguo matadero municipal y que está por detrás de la sala arqueológica de Porta Miñá. Se habilitará una escalera y un ascensor. Dentro del edificio, habrá paneles y una proyección que explicará cómo era el sistema de saneamiento y abastecimiento de agua de Lucus Augusti.
A diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con la de Astorga, en la cloaca de Lugo, y a pesar de estar bien conservada, no se podrá acceder a su interior debido a que se trata de una construcción de 1,60 metros de altura y 60 centímetros de ancho. Pero la longitud de lo que se conserva de cloaca, unos 8 metros, sí que permitirá verla desde el exterior, y comprobar su estructura abovedada, hecha de pizarra, e imaginarnos cómo era su funcionamiento hace 1.700 años. González explicó que las cloacas romanas de Lugo se utilizaron durante siglos, como pudieron comprobar en varias excavaciones realizadas en edificios de interior de murallas.
Precisamente la musealización que se prevé para este espacio expondrá al visitante cómo era el sistema de abastecimiento y saneamiento de la ciudad romana. Además de paneles informativos, se ofrecerá un vídeo en 3D con infografías que explicarán el funcionamiento de las cloacas y cómo formaban parte de la trama urbana. Además de esta de O Carme se tiene constancia de otra cloaca que pasaría por debajo de la actual Praza de Santa María y claustro de la Catedral, para salir fuera de murallas y confluir con la que ahora se podrá ver. Estas cloacas estaban diseñadas con aperturas para su limpieza, así como respiraderos.