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Había ganas de feria de queso y de pan en Friol

Suso Varela Pérez
suso varela FRIOL / LA VOZ

VEN A GALICIA

Miles de visitantes acudieron a la fiesta que exalta estos dos productos agrarios

21 mar 2022 . Actualizado a las 22:17 h.

«Había ganas de feira, isto para nós é osíxeno, facía falta de verdade», explicaba este domingo emocionado Angelito Alvariño, panadero que participó en la 28 edición de la Feira do Queixo de Friol e do Pan de Ousá, una cita que se recuperaba después de tener que suspenderse en el 2020 y en el 2021 por culpa de la pandemia.

La feria arrancó oficialmente a las once de la mañana, con el corte de la cinta de las autoridades, y desde el primer minuto quedó claro su poder de convocatoria y, lo más importante, el alto nivel de ventas. «Isto está a tope, vaise vender todo, xa verás», le comentaba un vecino de Friol a un familiar que llegó de Lugo con su mujer.

Hasta 90 queixeiras (tanto de productores con etiqueta como particulares) y cinco panaderías pusieron a la venta unas 14.000 piezas de quesos y 4.000 de pan. La carpa que instaló el Concello se llenó por completo de visitantes y las ventas no pararon durante toda la mañana, y más en la medida en que la llegada de coches al centro de Friol se fue incrementando desde el mediodía.

La organización lo tenía todo bien preparado, y más cuando aún hay que tomar precauciones por culpa del covid. Así, el Concello instaló una gran carpa en la que cada vendedor dispuso de caseta individual. Además, para mejorar la imagen de la feria, se distribuyó a cada puesto bolsas de papel con el emblema de la feria para entregar los productos a los clientes. También, hubo reparto de mandilones y batas para los productores, con la referencia a la feria friolense.

Los vendedores, la gran mayoría que acuden a esta feria desde su primera edición en 1992, estaban exultantes. «Non se trata de que esta feira nos dea de comer, porque os que estamos xa temos os nosos produtos en marcha desde hai anos, pero si que supón unha alegría despois do mal que o pasamos todos», explicaba Angelito, de la panadería Alvariño.

El alcalde, José Ángel Santos, —que supervisó que en todo momento que la gran cita festiva de Friol se celebrase sin incidentes— había explicado que recuperar la feria, después de dos años tan complicados para el sector agrario del municipio, suponía una oportunidad para consolidar en el mercado el queso y el pan friolense, «dous produtos xa consolidados». Santos, además, llegó a esta cita con una buena noticia, la inminente declaración de Festa de Interese Turístico de Galicia, luego de que el Consello Galego de Turismo emitiese el informe favorable. Se confía en que en una de las próximas sesiones del Consello da Xunta se oficialice el certificado para la feria. 

Relevo generacional

En la mayoría de los puestos de venta estaban al frente las queixerías y panaderías tradicionales de Friol, las que no se han perdido ninguna de las 28 ediciones. Pero era llamativo como además de las veteranas queixeiras y panaderos estaban sus hijos y nietos echando una mano en el negocio. En algunos casos de momento no es un relevo afianzado, pero sí son pasos de que hay cantera.

Una muestra de esa tradición, combinada con la entrada de nuevas generaciones y, además, profesionalización, está el puesto de Conchy, una firma que vende sus quesos y la leche fresca en tiendas y restaurantes de Madrid, está asentada en el mercado de Ponferrada y vende a través de una plataforma de productos agrarios. «Vainos ben, vendemos a pesar da pandemia, pero había ganas de feira e de estar coa xente», sentencia César Modia, el emprendedor de 31 años que gestiona con su hermana y su madre este ejemplo de empresa que lleva los productos de Friol por toda España.

Celia López: «Cando abriron os concellos polas restricións non parei de vender queixos»

Celia López acudió a la feria con su hija Raquel, un pilar importante para ella durante los meses más duros de la pandemia porque no dio abasto con las peticiones que tuvo de queso: «Cando abriron os concellos, parecía que tamén se abría a fame de todo o tempo que estivo a xente pechada». Celia, de 63 años, es una fiel queixeira desde la primera feria de Friol.

Josefa Ascariz: «Fago queixos desde nena e os seguirei facendo sempre que poda»

Josefa Ascariz estaba contenta. «É moi importante para todos e para Friol poder de novo estar aquí ofrecendo os nosos produtos», explicaba esta mujer que desde niña ya aprendió en su casa el oficio de hacer quesos. Además de la producción de leche en su granja, elabora quesos para particulares que no dejaron de comprarle a 9 euros la pieza de dos kilos.

Ángel López: «Estou moi contento de poder estar aquí de novo e que a xente se nos achegue»

Ángel López participa en la feria grande de Friol desde el primer año, pero ayer señalaba que era un día especial: «Tiñamos ganas de verdade de feira, eu polo menos estou moi contento de estar de novo aquí e que a xente se nos achegue». Ángel, que destacó el trabajo que hace el alcalde en favor de los productores del municipio, solo vende su pan en las ferias, «é onde estou máis feliz».

María Paz Pena: «Creo que hai futuro porque durante a pandemia non deixamos de vender»

Queixos Pacita es uno de los ejemplos que hay en Friol de cómo una producción casera se acabó convirtiendo en una empresa que elabora un queso artesano con etiqueta y de calidad. Su responsable ayer estaba feliz de poder volver a mostrar sus quesos picantes y frescos: «Durante a pandemia o consumo de queixo non baixou, por iso creo que hai futuro».

Ágel Alvariño: «Aínda que non deixamos de vender, para nós esta feira é como osíxeno»

Ángel Alvariño estaba emocionado: «Para nós esta feira é coma o osíxeno, e iso que non deixamos de vender pan en empanadas durante a pandemia». Angelito, como lo conocen en el Friol, agradece la clientela fiel que le ha permanecido durante los meses de confinamiento. Ahora, ha asumido el incremento de costes, pero mira con preocupación la falta de materias primas.