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«No curso da auga», un proyecto en defensa del rico patrimonio arquitectónico en los bordes y el lecho de los ríos gallegos

HÉCTOR J. PORTO REDACCIÓN / LA VOZ

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Pesqueiras al paso del río Ulla por Herbón (Padrón).
Pesqueiras al paso del río Ulla por Herbón (Padrón).

Un equipo dirigido por el profesor Carlos Quintáns inventaría, en un primer registro, 2.000 construcciones solo en los cauces coruñeses

29 mar 2022 . Actualizado a las 08:49 h.

El arquitecto muxián Carlos Quintáns (Senande, 1962) rememora los alegres días de la infancia en la aldea de su madre, Duomes (en A Baña), cuando iban al lugar vecino de O Seilán para ver los molinos en plena actividad. «Acercarse por allí era un acontecimiento, vivir aquella labor, aquel bullir, disfrutar de cómo trabajaban. Es un mundo que se extinguió, pero que aún se puede documentar antes de que se pierda definitivamente. La cosecha del trigo, la siega, la malla, las eras... ¿qué queda? Hay mucha tarea por hacer para fijar la memoria, un trabajo muy bonito que daría para toda una vida, para entender que Galicia es un territorio productivo y que esos trabajos han generado una gran riqueza patrimonial».

Tal filosofía —y la concienciación ciudadana para la protección de este patrimonio— está detrás del proyecto No curso da auga, que da continuidad al de Arquitectura al límite. De ambos proyectos Quintáns es coordinador científico. Si entonces se analizaban las construcciones en la confluencia de la tierra y el mar del litoral gallego, ahora el foco de atención se desplaza a los cauces fluviales, al borde y el lecho.

El Muv (Museo Virtual de la Fundación María José Jove), con el apoyo de la Deputación da Coruña, impulsa No curso da auga. Recursos en liña para o coñecemento e difusión da arquitectura fluvial etnográfica na provincia da Coruña, que documenta y debate la relevancia de estos inmuebles en los ríos de la provincia coruñesa. Susana González, directora del Muv, destaca las cinco tipologías más importantes, molinos, batanes, lavaderos, fuentes y pesqueiras, y entiende que esta iniciativa debe contribuir a una mayor sensibilización ante unos bienes de gran valor y que, en gran medida, se hallan «en estado de abandono y amenazados de una futura desaparición».

Estos inmuebles vinculados a ríos, regatos y manantiales —afirma— juegan un papel decisivo en la definición del territorio e interactúan muy hábilmente con el paisaje. «Hemos utilizado la tecnología con recreaciones 3D y un modo novedoso de registrarlos, con fotografías y vídeos realizados con drones, con los que pretendemos hacer más atractivo y accesible un acercamiento a estas manifestaciones etnográficas y culturales, contribuyendo a su puesta en valor y, en algunos casos, a su necesaria preservación».

Lavadero de Artes, en Ribeira.
Lavadero de Artes, en Ribeira.

Las imágenes, de la autoría del arquitecto David García-Louzao, recuerda Quintáns, pretenden la seducción, cautivar al espectador, que «su mirada se llene de atención y cariño». Y eso, dice, es posible gracias a estas tomas obtenidas desde el aire, que dan una visión de conjunto que a pie de campo resulta imposible de obtener. «Uno ve estas fotografías y enseguida comprende cuál es la relación de estas arquitecturas con el entorno, el paisaje, la vegetación, los cauces de agua, la topografía... Y se advierte enseguida su entidad y cómo de profundo es su enraizamiento en el territorio, la armonía de su concepción». Esta integración, explica, se produce por algo fundamental que marca estas construcciones: «Su trabajo, su funcionamiento no requiere de energía más allá de las condiciones naturales que aprovechan. En cuanto exijan energía ajena quedan desvinculadas del territorio», subraya.

No curso da auga ha inventariado ya 2.000 inmuebles en los cauces fluviales coruñeses, pero Quintáns apunta que es solo una pequeña parte y que su vocación —como ocurría con Arquitectura al límite— es la de iniciar un camino que se extienda a los ríos de toda Galicia y animar a otras personas e instituciones a trabajar en esta misma dirección.

Molino de O Xuezo (Vilasantar).
Molino de O Xuezo (Vilasantar).

La plataforma digital muv.fmjj.org/no-curso-da-auga/ pone a disposición todo el material, así como las charlas Construir con, para, el agua dulce, de Quintáns; Un recorrido por los cauces de agua a través de su territorio construido, de David García-Louzao; Arquitectura da auga, de Elisa Gallego; A cidade intuída, de Cristina Ansede; y Etnografía e ríos, de Begoña Bas.

Acción mínima de conservación y huellas en la toponimia

La eficiencia energética y la sostenibilidad de estas construcciones fluviales choca con algunas intervenciones de rehabilitación que el equipo de Carlos Quintáns se ha encontrado: accesos asfaltados, puntos de iluminación, caminos de madera, enlucidos, elementos de modernización, etcétera. Las acciones de conservación, matiza, deben responder a la sencillez y la humildad de estas arquitecturas, al mínimo esfuerzo, y no desvirtuarlas, que es otro modo de hacerlas desaparecer. Hay mucha diferencia de criterio de unos concellos a otros, lo que, dice, debe mover a los organismos que gestionan las cuencas a alentar y tutelar estas intervenciones. También son muy distintos los niveles de documentación y protección de cada ayuntamiento, hasta el punto de que los hay que no tienen ni siquiera un listado de construcciones y otros que se pusieron en marcha carecen de la mínima localización. Esto impide muchas veces saber, en una primera pesquisa, si la construcción se ha perdido y lo que queda es únicamente una huella en la toponimia, en ocasiones confusa o en el haber de los más viejos del lugar. Por lo que, apela, esta labor se hace aun más urgente.