El hotel Vilagarcía alojará de manera gratuita a refugiados ucranianos

«Tengo dos hijos de cinco y siete años y cuando vi imágenes de niños en camillas me dije que tenía que hacer algo». Y así lo hizo Borja Pérez, que cogió el teléfono y se puso en contacto con el departamento de servicios sociales del Concello de Vilagarcía para ofrecerle las instalaciones del hotel que dirige para que en él puedan alojarse de manera gratuita refugiados ucranianos. Este fin de semana llegarán a sus instalaciones los primeros, según le confirmaron desde Ravella en las últimas horas.

No es la primera vez que Borja colaborara con el Concello. Lo hizo también durante el confinamiento, ofreciendo también las instalaciones de su hotel para albergar a personas sin hogar, de ahí que el nivel de conocimiento y de confianza entre ambas partes sea grande. El plan es que estas personas se alojen en el hotel Vilagarcía durante un tiempo hasta que se les pueda encontrar otro domicilio. La intención es que sea durante un par de semanas, pero Borja ya ha comenzado a preparar un plan de emergencia por si tuviera que extenderse. Cabe recordar que a mediados de abril llega la Semana Santa y el hotel tiene las reservas prácticamente al completo para esas fechas, afortunadamente para el hostelero. «La perspectiva para abril es muy buena. Tenemos la suerte de que es año santo y, además, parece que la gente tiene ganas de salir de vacaciones después de la pandemia. Nunca había tenido tantas reservas para el verano ya a estas alturas», dice, pero «si tienen que quedarse también durante la Semana Santa ya me buscaré la vida», afirma Borja Pérez.

¿Qué más aportar?

Borja, en su hotel, ofrecerá las habitaciones y desayuno de manera gratuita y para la comida y la cena contará con la colaboración de compañeros hosteleros. Y se está ya rompiendo la cabeza pensando en qué más puede hacer para echarles una mano. «No sé nada de ellos. Me llamaron desde el Concello ayer (por el martes) y me dijeron que iban a venir». Una de las opciones que se le ha ocurrido es la posibilidad de emplear a alguno de los refugiados para que puedan disponer de dinero mientras estén en Vilagarcía. Hasta ha pensado en pedir móviles usados a través de Facebook para que los utilicen aquí en el caso de que nos los hayan traído o de que no les funcionen. «No sé qué más puedo hacer, yo lo que tengo es el hotel», dice, y asegura que llegó incluso a plantearse coger un coche o una furgoneta e ir hasta Ucrania para echar una mano en la salida de las personas que huyen del conflicto.

Borja se puso al frente del hotel Vilagarcía, que está situado en las inmediaciones de la plaza de O Castro, en el año 2017. Rápidamente inició un profundo proceso de remodelación de las instalaciones, que está prácticamente concluido y solo a la espera de renovar la fachada del establecimiento. Ahora, cinco años después y cuando parece que por fin en su sector se empieza a ver la luz al final del túnel, se ha embarcado en esta aventura solidaria para, según él, «aportar un grano de arena», aun que desde el Concello entienden que lo que aporta es mucho más que un simple grano. Es un ejemplo.

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