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Un cosechero de Trasmonte abrirá el primer furancho de la Ribeira Sacra

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

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Pedro Pérez, a la izquierda, en el local en el que abrirá el furancho
Pedro Pérez, a la izquierda, en el local en el que abrirá el furancho

Pedro Rodríguez venderá su vino de la ribera de Vilachá, en A Pobra do Brollón, y empanadas hechas en horno de leña

24 mar 2022 . Actualizado a las 18:03 h.

El primer furancho de la Ribeira Sacra abrirá en abril en la aldea de Trasmonte, en la parroquia de Vilachá de Salvadur. El Ayuntamiento de A Pobra do Brollón, pionero en la provincia de Lugo en la regulación de esta actividad, concedió licencia para desarrollar esta actividad al cosechero Pedro Pérez González, propietario de viñedos de esa afamada ribera del Sil. En el furancho comercializará los excedentes del vino que elabora para el consumo familiar, acompañados por las tapas que autoriza la ordenanza municipal que entró en vigor el pasado mes de enero.

En principio, el furancho abrirá entre los meses de abril y junio. «Se temos viño abondo poderemos pedir unha prórroga para o mes de xullo», comenta Pedro Pérez, de 60 años. Aunque su trayectoria profesional estuvo vinculada fundamentalmente a la construcción, mantuvo vivo el cultivo de los viñedos en bancales que trabaja su familia desde tiempo inmemorial en la ribera de Vilachá. El furancho llevará el nombre de O Currio, apelativo por el que se conoce su casa.

La ordenanza municipal establece que los furanchos podrán funcionar un máximo de tres meses al año, prorrogables a uno más siempre que no vaya más allá del 31 de julio. También estipula que solo se podrán comercializar excedentes de vino de producción propia. «O viño que fago para min é o que se vai poñer», dice el cosechero. La oferta de tapas también está acotada por la ordenanza local, que se ajusta a la normativa aprobada por la Xunta de Galicia para regular esta actividad. Pedro Pérez avanza que no faltará la empanada, que en su casa de Trasmonte —explica— «sempre se coceu no forno de leña».

No malvender la uva

El Ayuntamiento sacó adelante la ordenanza con la convicción de que los furanchos pueden ser un estímulo para que los pequeños viticultores sigan trabajando las viñas y contribuyan así a mantener el paisaje característico de la Ribeira Sacra. «Non podemos pretender que a ribeira se manteña pola paixón de viticultores que moitas veces traballan a perdas ou malvenden a uva ás adegas», dice el alcalde, José Luis Maceda.

Trasmonte es una aldea próximo a Vilachá donde acaba la carretera que conduce a esa localidad. Desde allí descienden las pistas que conducen a las riberas de Eivedo y Val do Frade, donde se llevó a cabo la excavación arqueológica que permitió datar en el siglo X los bancales más antiguos de esa ladera del Sil.