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La pasión por el surf sigue en aumento en A Coruña: 5.000 jinetes cabalgan sus olas

almudena santos A CORUÑA / LA VOZ

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La pandemia trajo un incremento de aficionados a este deporte a las playas de la zona, y las escuelas ofrecen diferentes opciones y actividades todo el año

27 mar 2022 . Actualizado a las 11:15 h.

«El surf es como la mafia. Una vez que estás dentro, no hay forma de salir», decía Kelly Slater, ganador 11 veces del campeonato del mundo de surf. Antes, se relacionaba con un estilo de vida jipi, pero ahora se ha popularizado. De hecho, Óscar Vales, fundador de la tienda y la marca especializada Vazva, explica que «se ha convertido en un estilo de vida» para un número creciente de personas. Se estima que solo en A Coruña, puede haber «unos 5.000 aficionados entre locales y extranjeros».

Ya no solo surfea quien tiene el equipo necesario (tabla de surf, neopreno…), sino que la apertura de diferentes escuelas ha permitido que cada vez más gente se sume a la práctica de este deporte, bien de forma esporádica o como una actividad de ocio habitual. Aunque pueda parecer que es algo que solo da beneficios en verano, lo cierto es que ha crecido durante el resto del año, sobre todo después de la pandemia. El «número de surfistas se ha multiplicado por cinco e, incluso, por seis», indica Óscar Vales. 

Dónde hacer surf

La elección de playas puede resultar complicada, «porque depende mucho de las olas y el viento», asegura Óscar. «Las playas son muy cambiantes»; sin embargo, A Coruña tiene un largo listado de zonas donde encontrar buenas olas. Algunas de las más conocidas son Orzán y Matadero.

Bastiagueiro, Sabón o Barrañán son otras de las favoritas. Vales asegura que «la zona entre A Coruña y Ferrol es de las mejores para hacer surf en Europa». Últimamente, Santa Cristina también es una opción para los surfistas cuando hay mucho mar.

Un aspecto fundamental para elegir la playa es la meteorología. Eric Rebiere, de la escuela After Surf, en Bastiagueiro, explica que no existen mejores playas para hacer surf, sino que depende del oleaje y del estado del mar. Por ello, recomienda playas como el Orzán o Riazor en los días en que hay viento del oeste. Sin embargo, para él, «la mejor ola es la del Portiño». No es accesible para todo el mundo, puesto que se encuentra entre rocas y es de gran tamaño.

El turismo que llega en verano provoca que aumente el número de surfistas en esa época del año. Pero, según describe Diego Prados, profesor en una escuela en Caión, «la pandemia del coronavirus ha traído un aumento del número de aficionados, por ser una actividad al aire libre y sin riesgo de contagio». Explica que han llegado «a hacer dos clases por fin de semana con unas 20 personas en invierno», una cantidad que antes era impensable.

Pero el verano sigue siendo la estación favorita para los surfistas, que vienen de todas partes, la mayoría de Madrid, pero también puede encontrarse gente de diferentes países. Eric Rebiere explica que «poco a poco la zona conseguirá igualarse a otros países donde también es muy popular el surf como Francia».

 

«La gente ha probado y le ha gustado la experiencia»

David Martínez, dueño de la tienda ¡Hola! Ola, en la calle Alfredo Vicenti, explica que «el surf ha aumentado desde que comenzó la pandemia, puesto que la gente ahora busca deportes individuales». Añade que en esa situación, muchos «han probado el surf y les ha gustado la experiencia». En cuanto al tipo de clientes que recibe, asegura que «hay de todo», y que tratan de asesorar sobre todo a personas que se están iniciando en este mundo. Para los principiantes, suelen mirar «la experiencia que tienen en el surf, el peso y la altura de la persona» y, en base a ello, le recomiendan una u otra tabla.

«La salida del confinamiento, clave para que el deporte creciese»

Desde la escuela Galisurf destacan que el público que está acudiendo este año a recibir clases o a alquilar material al centro ha cambiado respecto a lo que se había registrado en temporadas anteriores. Aseguran que es consecuencia de que «con la salida del confinamiento y la relajación de las restricciones ha provocado que aumente el número de surfistas». En cuanto a la procedencia de las personas que acuden a recibir clases, explican que «es gente principalmente de A Coruña, algo que cambia durante los meses de verano», cuando reciben a muchas personas que proceden de Madrid.

Sesiones desde 20 euros para coger olas con material alquilado

Cada vez hay más centros donde poder surfear. Los precios no son muy elevados. Una clase en grupo de dos horas ronda los 30 euros. El precio aumenta si se trata de una sesión individual, que se situaría en los 60 euros. No es solo la clase con el profesor, sino que incluye el material necesario. También han comenzado a ofertar otro tipo de actividades paralelas que ayudan a atraer a todo tipo de público. Por ejemplo, clases de skate, yoga o el ya popular paddle surf. En los meses de verano se desarrollan diferentes campamentos, cuyo precio es de 150 euros, 15 días. Una de las playas que más actividades de este tipo acoge es Bastiagueiro. De todas maneras, existe la posibilidad de alquilar solo el material y coger olas sin necesidad de monitor. El precio de la tabla suele rondar los 15 euros por dos horas, o 20 euros si se incluye el neopreno.