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La Hermandad del Santo Entierro recupera en Ferrol, a través de la historia, la ceremonia del Desenclavo

R. Loureiro

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KIKO DELGADO

Tendrá lugar el Viernes Santo, a las 18 horas, ante la concatedral de San Julián

26 mar 2022 . Actualizado a las 13:58 h.

Ferrol será la próxima Semana Santa una de las ciudades españolas en las que se volverá a escenificar este año el Desenclavo de Cristo. Y lo será gracias al esfuerzo de la Hermandad del Santo Entierro, que recupera una tradición que estuvo intensamente arraigada en el alma ferrolana a lo largo de los siglos, pero que desde el año 1916 había caído poco menos que en el olvido.

La Hermandad presentó esta mañana, en el salón de actos del Casino, la recuperación de este Desenclavo. En un acto en que el hermano mayor del Santo Entierro, Antonio Loureiro, anunció que la ceremonia tendrá lugar a las 18 horas del Viernes Santo en el exterior de la concatedral de San Julián, para facilitar así la asistencia de los fieles. En caso de lluvia, se llevaría a cabo tras los arcos que protegen la entrada principal del templo.

En la ceremonia se utilizará la imagen original. Una talla, probablemente del siglo XVII, que ya se veneraba en la primitiva iglesia de San Julián, y que podría haber estado estrechamente vinculada a alguna de las primitivas cofradías penitenciales de la ciudad. Esta imagen, articulada, se utilizó también, originalmente, en la ceremonia del Santo Entierro, hasta que fue sustituida por la que ahora se saca en procesión.

Este año, tras la ceremonia del Desenclavo, la histórica imagen volverá al interior del templo. Y la imagen que procesionará dentro de la urna será, un año más, la nueva.

En el transcurso de la presentación de esta mañana, los dirigente del Santo Entierro subrayaron, una vez más, que su hermandad apuesta por una vivencia de la Semana Santa intensamente espiritual, estrechamente enraizada en el universo de la fe. Y que la recuperación de la ceremonia del Desenclavo quiere ser, también, un paso más en todo ello. Para la Hermandad del Santo Entierro, la representación del Desenclavo de Cristo es, por encima de cualquier otra cosa, una oración.