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El gasoil obliga a turoperadores, agencias y navieras de las Rías Baixas a subir precios

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

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Un crucero por la ría que parte de Combarro y que ha tenido que incrementar los precios, como buena parte del sector turístico.
Un crucero por la ría que parte de Combarro y que ha tenido que incrementar los precios, como buena parte del sector turístico. CAPOTILLO

El sector esperaba recuperarse este año del covid, pero las expectativas se tambalean. «Todos los días sueñas con volver a lo de antes», dicen desde una empresa de cruceros

30 mar 2022 . Actualizado a las 13:24 h.

Incertidumbre. Esa es una de las palabras que mejor define la situación del sector del turismo en las Rías Baixas, sobre todo al que se dedica a organizar viajes por carretera o mar. Desde los grandes turoperadores a la pequeña agencia, pasando por las empresas de autocares o las navieras, todos aluden a que las esperanzas estaban puestas en el 2022 tras el batacazo de la pandemia. Pero desde el mes de enero se fueron encadenando las malas noticias, con la galopada del gasoil como punta de lanza. Ahora, la situación es la siguiente: hay que empezar a subir precios —solo algunos logran resistir sin hacerlo, y otros no pueden incrementarlos aunque quieran porque tienen contratos cerrados— para evitar ir a pérdidas. Y la gran duda es si esas «ganas tremendas» de viajar que dejó el covid en muchas personas será suficiente para que sigan haciendo turismo o ese incremento de las cotizaciones les echará para atrás. Se tambalean, por tanto, las expectativas.

Desde Sanxenxo, hablan dos turoperadores. Cntravel, una empresa con una plantilla cercana a cien personas y que mueve a entre cinco mil y siete mil grupos de viajeros al año, reconoce que la crisis del gasoil les está afectando sobremanera, llegando a disparar los costes de la organización de un viaje en alrededor de un 60 %. ¿Están repercutiendo ese incremento en sus clientes? Sí. Pero en un porcentaje muchísimo inferior, dentro de lo que marca la normativa. La mayorista Viajes InterRías, también con sede en Sanxenxo, señala que la situación es complicada, pero que de momento está aguantando el tirón y todavía no ha subido los precios a las agencias con las que trabaja.

«También suben las comidas»

De las grandes turoperadoras pasamos a las agencias a pie de calle. Viajes Deza, en Pontevedra y Marín, es toda una referencia en la organización de viajes por carretera para grupos. Desde allí, Reyes Cuíña señala: «Nada tienen que ver los precios que nos están dando ahora nuestros proveedores con los que nos ofrecían en enero. Se ha incrementado todo, no solo el precio del autobús, es que te cobran más por los menús del día o por los hoteles», indica. Mantienen los precios de las excursiones programadas hace meses y subieron los de los viajes de nuevo cuño, porque la situación es insostenible: «Un viaje que le vendías al cliente por 130 euros ahora tienes que ponerlo a entre 145 y 160 porque de lo contrario pierdes dinero. También es cierto que la gente tiene ganas de viajar y lo está entendiendo. Porque la realidad es que a ti te subió todo».

El problema, tal y como señalan desde distintas empresas de autobuses, es que no siempre se puede repercutir en los precios el alza del combustible, porque hay contratos cerrados que hay que mantener. Así lo cuenta Aurelio Cuíña, de Autocares Rías Baixas, que tiene una flota de unos 130 vehículos, en parte dedicados a los viajes turísticos y demás servicios discrecionales. Él quiere tirar de optimismo y confía en que, pese a la incertidumbre actual el año acabe bien para el sector. Un poco más pesimistas son desde otras empresas de transportes como Viuda de Cándido o Novas Rías, desde ronde insisten en que actualmente no queda más remedio que subir las tarifas para intentar subsistir.

Desde un barco de cruceros de Combarro: «Te levantas todos los días deseando volver a lo de antes» 

Juan Carlos Freijeiro responde con una pregunta cuando se le pregunta cómo afronta su empresa, Cruceros Pelegrín —con barcos en Combarro y O Grove— el encarecimiento del combustible y de los demás suministros: «¿Por dónde quieres que empiece a narrar el ahogo que tenemos?», indica. Luego, cuenta que el sector llegó al 2022 con mucha ansia de recuperar el tiempo perdido por el covid. Pero las cosas no pintan del todo bien: «Te levantas todos los días deseando volver a lo de antes, a aquellos tiempos en los que todo parecía más certero, sin tantos sustos».

Su empresa tiene cuatro barcos. Pero ahora mismo, aunque la temporada ya debería estar arrancando, solamente están operando con uno y con otro solo en ocasiones. Dice él que no es sostenible tener los cuatro en el mar. Y eso que se ha visto abocado a subir lo que cobra a los pasajeros: «Tuvimos que incrementar los precios hace poco tiempo y ahora nos veremos obligados a hacerlo de nuevo. Es que de lo contrario no podemos salir». 

Los viajes a Ons y Cíes

¿Qué ocurre con los viajes a las islas Ons o Cíes? Desde una de las navieras que opera con esos barcos, Nabia, señalan que se verán abocados a subir el precio de los billetes. No tienen claro si lo harán en lo que se venda en taquilla para Semana Santa o aguantarán un poco más antes de incrementar las tarifas.