Santiago Olmo, director del CGAC, en Santiago: «Deberían promocionar más la zona del GGAC, Museo do Pobo y el parque de Bonaval»
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Destaca la buena respuesta del público a las actividades del centro
03 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago Olmo (Madrid, 1958) lleva desde el 2015 al frente del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), una institución que el próximo año cumplirá 30 de funcionamiento.
—Después de la pandemia, ¿han regresado ya a la normalidad?
—Todavía no hemos vuelto a la normalidad. Estamos sufriendo muchas turbulencias. Por ejemplo, las inauguraciones no tienen el mismo formato, no se pueden organizar actividades multitudinarias... Además, están afectando mucho la subida de los precios de transportes y embalajes. Los transportes internacionales se están volviendo prohibitivos. El «brexit» también incide mucho. El tema sanitario parece resuelto, pero aparecen nuevos problemas. No es sencillo resolverlos. Se puede pensar en una mirada a lo más cercano, pero eso no lo hemos olvidado nunca. De hecho tenemos muchos proyectos que, aunque sea con artistas de fuera, tienen que ver con lo más cercano: las obras se realizan aquí, hay una investigación sobre Galicia... Eso va a ocurrir este año en el caso de la australiana Narelle Jubelin o del director de cine italiano Claudio Zulian. Estamos expectantes, pero la respuesta del público está siendo muy buena y eso ayuda mucho a los museos.
—En el 2018, en el 25 aniversario, afirmaba que uno de los objetivos era que el público más cercano conociese más el CGAC. ¿Mejoró o sigue siendo un desconocido?
—Hemos hecho muchos esfuerzos en ese sentido porque llevamos dos exposiciones a Vigo y Ourense. Era una manera de darlo a conocer e incidir la importancia de la colección. Es una constante el interés y la mirada de la sociedad gallega hacia lo propio. En estos momentos, que por la pandemia hubo un mayor desplazamiento interior, en ese sentido ha sido positivo.
—¿También lo conocen suficientemente los compostelanos?
—Las actividades que hacemos están dirigidas a muchos tipos de público. Todas se llenan. Hay un seguimiento muy exhaustivo por parte de la sociedad de Compostela tanto de las propuestas para niños como para adultos. Eso se ha ido reforzando.
—¿Cuáles son los retos ahora?
—Uno de los asuntos centrales es consolidar y ampliar la colección. Eso significa muchas cosas ya que hay que reforzar los equipos humanos porque el personal se ha ido reduciendo y eso se nota. Cada vez es más compleja la gestión administrativa. El trabajo con la colección es muy lento porque no solo es la adquisición, sino también la investigación. El edificio también necesita mantenimiento, el propio almacén de obras está llegando a unos límites de casi lleno... Por otro lado, queremos consolidar una serie de líneas de trabajo, reforzando las actividades.
—¿Y acercarse a nuevos públicos? Están en un punto estratégico ahí al borde de la zona vieja.
—Está en un lugar inmejorable tanto para visitantes de fuera, de Galicia y también de Santiago, está en un espacio extraordinario ya que está el Museo do Pobo, el CGAC y el parque de Bonaval, que es un elemento paisajístico y arquitectónico de primerísima línea. El CGAC, el Mueso do Pobo y Bonaval conforman uno de los elementos artísticos y paisajísticos más interesantes de España, debería estar mucho más promocionado a nivel turístico, tanto a nivel local como nacional. Siempre invito a la gente que viene a trabajar al CGAC a que vayan al Museo do Pobo y den un paseo por el parque; y todos quedan fascinados del parque, ya que así se entiende también la importancia que tiene el museo a nivel arquitectónico y urbanístico. Es una joya. Por otra parte, la entrada y las visitas guiadas al museo son gratuitas. Entonces, hacemos un esfuerzo muy importante desde la institución. La voluntad y la idea es trabajar en esa línea de captar nuevos públicos y proponer elementos interesantes para la ciudadanía, así como otros de carácter educativo y pedagógico.
«Que el museo irradie a otros puntos de Galicia es decisivo»
Para Santiago Olmo, Compostela es «una referencia ineludible en Galicia» a nivel cultural. En el caso concreto del arte contemporáneo, destaca que mientras en otras ciudades desaparecieron muchas galerías, «en Santiago se han consolidado y es un panorama mucho más estable que en el 2016-17».
—Comenzó Pasearte, ¿los compostelanos ya se acercan de distinta forma al arte actual?
—Creo que sí. Cuando llegué en el 2015 se sentía todavía fuerte el efecto la crisis, que fue muy negativa para la cultura en general y para el arte contemporáneo en particular. Generó una cierta desafección. Creo que todas las instituciones y las galerías han hecho un enorme esfuerzo de difusión, divulgación y también de pedagogía, eso es muy importante. Hay mucho interés en las visitas guiadas a las exposiciones, lo que demuestra que la gente quiere saber más, tener claves de comprensión. Estamos en un momento muy distinto, donde hay menos prevención, menos miedo.
—Se anunció la apertura de sedes del CGAC en Vigo y Lugo. ¿Cómo está el proceso?
—Fueron una serie de propuestas que están pendientes de la parte urbanística y de encaje. La idea de que el CGAC pueda tener otras sedes me parece adecuada porque es una manera de que esté implantado en distintos puntos del territorio gallego. Lo que es preciso es hacer un análisis de lo que se necesitaría. No se trataría de replicar espacios expositivos sino seguramente de distribuir también funciones.
—¿Ha cambiado el papel del CGAC a nivel gallego con la desaparición de determinados centros y con la actividad de la Cidade da Cultura?
—El CGAC se creó en un momento en el que los museos funcionaban de una determinada manera, pero los centros y museos han ido evolucionando. Ahora, los museos tienen más que ver con la producción, conservación e investigación que con únicamente la exhibición. Claro que hacemos exhibición, pero va acompañada de muchas otras cosas, entre ellas, también está la formación. Por otro lado, la Cidade da Cultura desempeña un papel muy distinto. Sus exposiciones tienen un perfil más institucional, el tipo de actividades es más genérico, no tiene colección... Nosotros tenemos una dimensión que es más urbana y está pensado para que se interrelacionen unas cosas con otras. Además, que el museo irradie a otros puntos de Galicia es decisivo.