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La oferta de alquiler veraniego se agota en Barbanza a falta de tres meses para la temporada

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

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A Casa da Redeira. Ubicada en Cabo de Cruz, esta vivienda turística se encuentra a cien metros del mar y cuenta con capacidad para ocho personas, así como aparcamiento y diferentes opciones de alquiler
A Casa da Redeira. Ubicada en Cabo de Cruz, esta vivienda turística se encuentra a cien metros del mar y cuenta con capacidad para ocho personas, así como aparcamiento y diferentes opciones de alquiler MARCOS CREO

Profesionales del sector del alojamiento afirman que el bum final llegará tras Semana Santa, mientras denuncian la «competencia desleal» de más de 1.000 viviendas de uso turístico

05 abr 2022 . Actualizado a las 05:15 h.

El alquiler veraniego se ha convertido en una especie de gallina de huevos de oro para los vecinos de Barbanza que cuentan con segundas residencias cerca de la costa. Su alta demanda, sumada a los precios que pueden llegar a cobrar exclusivamente por los meses de julio y agosto, ha motivado que hoy, después de la regulación de las viviendas de uso turístico del 2017, el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de Galicia (REAT) contabilice más de 1.000 en la comarca. Que había negocio lo sabían desde hace décadas los barbanzanos, que este año confirman que los alojamientos de esta índole comienzan a agotarse antes de tiempo, a pesar de que todavía quedan tres meses para que comience la temporada estival.

Así lo afirman vecinos de Ribeira, concretamente del entorno de Coroso —uno de los lugares más buscados por su playa urbana y la cercanía con el casco urbano— que reconocen tener sus viviendas reservadas desde hace semanas para «los meses de julio y agosto». La situación, según afirman particulares e inmobiliarias, se repite en A Pobra, Boiro, Porto do Son, Rianxo y la zona de Muros-Noia. «Lo de alquilar la casa de la abuela a cuatro familias de Santiago o de Madrid es algo que lleva décadas arraigado. Al arrendador le cunde, porque puede quitarse más de 1.500 euros por mes, y a las familias que la alquilan también, porque se reparten la casa por quincenas y les salen tiradas de precio». Así lo afirman profesionales del sector del alojamiento turístico de la comarca, que llevan años exigiendo una mayor regulación para este tipo viviendas de uso turístico que, destacan, ejercen una «competencia desleal sin apenas regulación ni control». En su caso, el bum, reconocen, suele llegar tras la Semana Santa.

Exigencias

Lo cierto es que para dar de alta un inmueble de uso turístico solo es necesario una cédula de habitabilidad, una licencia de primera ocupación, un seguro de responsabilidad civil, un registro de entrada de viajeros y un teléfono disponible las 24 horas. También se debe firmar una declaración de responsabilidad y abonar 58,62 euros de tasa.

En favor de su legalización habla el vacío legal en el que se encontraban previamente estos inmuebles, y que motivaba un mayor movimiento de dinero en B. Lo cierto es que luchar contra ellos se antoja tremendamente complicado, ya que los propietarios prefieren arrendar por temporadas, con precios diferentes para la escolar y la veraniega; es más trabajo, sí, pero los beneficios también se multiplican.

Este año, con el viento de cola después de la pandemia del covid, que motivó que personas de todo el país conocieran la zona barbanzana, los arrendadores ven como los clientes responden, de ahí que las viviendas en la costa barbanzana empiecen a escasear, estando gran parte reservadas.

Un estudio de la USC estima que la oferta vacacional afecta al resto de arrendamientos

La batalla que se vive desde hace meses en Santiago entre detractores y defensores de las viviendas de uso turístico ha llevado al Grupo de Investigación de Análisis Territorial (ANTE), perteneciente a la Universidad de Santiago de Compostela, a desarrollar un proyecto sobre el acceso a la vivienda. Financiado por el Gobierno central, una de las tesis que ha permitido poner encimas de la mesa es que el fenómeno ya afecta a los precios del alquiler a toda Galicia, donde afirman se han disparado las mensualidades al disminuir el número de inmuebles disponibles para el alquiler durante todo el año.

Por otro lado, las asociaciones que respaldan a las viviendas de uso turístico afirman que este modelo han permitido ampliar los puntos turísticos de Galicia, llevando a visitantes a las zonas más rurales, y donde los otros modelos de alojamiento no son rentables. Además, destacan que también pagan impuestos, ya que deben abonar IRPF y no cuentan con ayudas.

Está prohibido alquilar la casa por habitaciones

Tanto las viviendas turísticas como las viviendas de uso turístico tienen restringida la posibilidad de alquilar los inmuebles por habitaciones, así como ofertar otro tipo de servicios, como desayunos o comida. Así lo indican profesionales del sector, que afirman que Turismo de Galicia no hace nada para comprobar si realmente se cumple. Para poder hacerlo necesitarían permisos como los de albergues, casas de turismo rural u hoteles, y que exigirían un sinfín de requisitos más.

¿Compatibles?

La proliferación de plataformas digitales para alquilar viviendas ha motivado que cientos de barbanzanos hayan optado por arrendar por días inmuebles que, en ciertas ocasiones, estaban cerrados y sin uso. Eso ha permitido rebajar el coste para el viajero, que cuenta con una mayor oferta, también en puntos en los que antes apenas había lugares para alojarse. Los profesionales del sector afirman que juegan con cartas marcadas, y quizás sea necesaria una mayor regularización para que todos sean compatibles.