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La concesionaria del hotel de Cabo Silleiro aspira a reconstruir el faro primigenio como tapería

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

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XOAN CARLOS GIL

La empresa Ligthouse ha solicitado la concesión de las antiguas instalaciones del año 1862

22 abr 2022 . Actualizado a las 23:55 h.

Lighthouse Baiona, adjudicataria del hotel en Cabo Silleiro, aspira a darle también una nueva vida al primer faro que tuvo el Puerto de Vigo en esa zona. Del edificio construido hace 160 años a pie de costa, que está a unos 800 metros del faro que ahora se convertirá en alojamiento, tan solo queda la base de granito. El proyecto quiere recuperar también su identidad tras un siglo de abandono.

La empresa apuesta por reconstruir la antigua edificación, que está ubicada en un enclave estratégico, sobre el mar y en pleno Camino por la Costa. Para ello, ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Vigo la concesión administrativa para ocupar las viejas instalaciones y una superficie aproximada de 367 metros cuadrados con el propósito de recuperarlo y poner en marcha un proyecto de restauración vinculado con el previsto para su hermano mayor, situado a 85 metros de altura.

Si consiguen la concesión, prevén reabrir el antiguo faro como una tapería y cafetería, pero la pretensión es poner en valor todo un espacio que más allá del valor paisajístico, ya que fue testigo de importantes episodios de la historia local, con un patrimonio que agonizó por la falta de mantenimiento o el abandono. La propia playa de los cristales, a la que se accede desde este antiguo faro y que ahora es parada obligatoria para los peregrinos, es el resultado de la existencia de un antiguo vertedero que asfixió todo el recinto durante décadas. La batería militar de Cabo Silleiro, pendiente también de compra por parte del Concello de Baiona, completa el tesoro que jalona este espacio, donde también está el mirador del Thalassa, el yate noruego que naufragó e el día de fin de año de 1948 provocando trece muertes.

El proyecto de Lighthouse prevé reconstruir el faro antiguo y articular ese pasado sobre el Camino de la Costa respaldando su impulso. Es un apuesta cultural en la que además de la gastronomía local se prevé reforzar los servicios a peregrinos y complementar la oferta de ambos establecimientos con la celebración de conciertos o actos en un escenario natural privilegiado. Según pudo saber La Voz, para dar respuesta al auge de peregrinos en bicicleta eléctrica que registra el Camino por la Costa, las instalaciones contarían también con puntos de recarga para que sus usuarios puedan aprovechar la parada para comer y recargar sus vehículos.

La posible ejecución del proyecto depende, en cualquier caso, de la decisión del Puerto, que ha de resolver sobre la solicitud de la concesión que está a exposición pública desde el lunes.

Las obras de reconversión del gran faro de Silleiro como hotel están pendientes ahora, por otra parte, de que el Consejo de Ministros ratifique la concesión que, en diciembre, adjudicó la Autoridad Portuaria de Vigo. La pretensión era que la inauguración del establecimiento hotelero se produjera este mismo año, pero la burocracia hará que se aplace como mínimo hasta el primer trimestre del 2023 ya que los trabajos durarán ocho meses.

Lighthouse Baiona prevé invertir alrededor de 1,3 millones de euros en la reforma del edificio, así como en el equipamiento y mobiliario para el desarrollo de la actividad. El nuevo inmueble dispondrá de un total de 2.860 metros cuadrados de concesión, distribuidos en tres plantas. La planta baja, de 372 metros cuadrados, se destinará a recepción, comedor, cocina y nueve habitaciones; los 250 metros cuadrados de la primera planta albergará otras nueve habitaciones, y en los 393 metros cuadrados de la planta superior serán para una terraza.