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O Courel homenajea a sus últimos aserradores, un oficio ya desaparecido

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

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De los cuatro que había en el municipio y que participaron en varias demostraciones de aserrado de troncos organizadas a partir del 2002, ya solo queda uno vivo

13 oct 2022 . Actualizado a las 13:39 h.

El mes próximo se cumplirán veinte años de la primera demostración de aserrado manual de troncos en la que se recrearon las técnicas tradicionales utilizadas en la sierra de O Courel. Aquella exhibición, organizada por la asociación cultural Fonte do Milagro, se celebró en la localidad de Ferreirós de Abaixo y contó con la participación de cuatro antiguos aserradores, tres de los cuales fallecieron desde entonces. En homenaje a todos los vecinos que practicaron este oficio desaparecido, el 1 de mayo —entre las 11.00 y las 13.00 horas— se celebrará una nueva demostración de aserrado, esta vez en la localidad de Froxán.

En la primera demostración del 2002 —según recuerda Evaristo Méndez, presidente de la asociación organizadora— participaron los aserradores conocidos popularmente como Manolo do Mazo, Evaristo de Froxán, Santiago de Eiriz y Luis dos Poles de Vilamor. Hoy solo vive el último de ellos —y el más joven de los cuatro—, que cuenta con 90 años. Por entonces ya quedaban muy pocas personas que conociesen el manejo de las llamadas sierra de aire y sierra portuguesa, los instrumentos empleados en esta labor.

Otras demostraciones

Hasta el 2010, dice asimismo Méndez, se siguieron organizando demostraciones anuales de aserrado de troncos en Ferreirós de Abaixo. Durante varios años no volvió a haber ninguna otra, pero las exhibiciones se recuperaron —de una forma simplificada— coincidiendo con la Festa da Pisa da Castaña de Froxán. La última organizada hasta ahora se celebró en diciembre del 2019. Aunque desde hace muchos años en la comarca no hay nadie que practique este oficio, varios miembros de la asociación aprendieron la técnica tradicional de los antiguos aserradores y son ellos los que se encargan de realizar las exhibiciones.

En la demostración prevista para el 1 de mayo se utilizará una sierra de aire que conserva la asociación Fonte do Milagro. Esta herramienta, que puede medir hasta cerca de tres metros, se empleaba para cortar y convertir en tablones los troncos de mayor tamaño. El colectivo dispone además de una sierra portuguesa que pertenece al artesano Urbano Arza. Este instrumento, en forma de arco y de un tamaño considerablemente menor, se usaba para cortar troncos más pequeños.

Tablones y troncos que salían al exterior flotando por el Lor

El aserrado de troncos con la sierra portuguesa, según explica Evaristo Méndez, «é un labor complicado que require un bon dominio da técnica e moita práctica». Lo más difícil —añade— es marcar correctamente las líneas de corte para dar una forma adecuada a los tablones extraídos del tronco. Para ello se empleaban unos cordeles de bramante, denominados «tiraliñas», que se untaban con polvo de arcilla con el fin de darles una tonalidad colorada y de hacerlos más visibles.

En el municipio de Folgoso do Courel, este trabajo era realizado con frecuencia por aserradores portugueses que visitaban la sierra todos los años, pero el oficio también fue aprendido y practicado por un buen número de vecinos. «Este labor tiña moitísima importancia, porque a madeira era un material básico de construción e facían falta grandes cantidades para levantar as vivendas e outras edificacións», agrega Méndez.

Además de abastecer a los vecinos, los aserradores de O Courel también vendían mucha madera fuera del municipio, tanto en forma de troncos como de tablones ya cortados. Hasta mediados del siglo pasado, a falta de buenas carreteras, el río Lor fue utilizado como medio de transporte para sacar la madera del municipio. Los troncos y tablones bajaban flotando por el cauce y eran recogidos en la zona de A Labrada, ya cerca de la desembocadura en el Sil.