Descubrir O Páramo: un concello fácil de visitar con huellas del románico a los pies del río Miño
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El municipio, desconocido para turistas y también para locales, esconde sorpresas naturales y patrimoniales
23 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Para conocer todo el patrimonio y la riqueza natural de la provincia hacen falta kilómetros y tiempo. Sin embargo, hay municipios cercanos a la ciudad de Lugo que se pueden recorrer fácilmente con numerosos recursos escondidos. Uno de ellos es O Páramo, un concello a 20 kilómetros de la capital con una extensión que permite visitarlo prácticamente en un día.
LA CARBALLEIRA DE VILARMOSTEIRO
En su núcleo rural, la parroquia de Vilarmosteiro, donde se encuentra el Concello y el centro de salud, se asienta una gran carballeira que da sombra al campo da feira. Es un espacio único en el municipio en el que se pueden ver las tradicionales casetas de los días de feira además de descansar en los bancos bajo los carballos.
SENDERISMO Y PASEOS A LA ORILLA DEL MIÑO
De Vilarmosteiro también parte la primera ruta de senderismo oficial del concello. Sale del cruceiro que hay en medio de la carballeira y termina en la torre medieval de A Barreira, donde todavía quedan restos de esta fortificación. El recorrido es de unos dos kilómetros y transcurre por un antiguo paso de ganado. Esta no es la única senda que se puede recorrer por O Páramo. El municipio es el olvidado de los que se encuentran a la cola del embalse de Belesar, como Paradela o Portomarín. Sin embargo, en una parte de su territorio también se puede disfrutar del embalse y del Miño. A la orilla del río, sobre todo en la zona más próxima a Portomarín, se puede pasear cerca del agua e incluso descubrir los restos de los antiguos caneiros, que en esta época del año todavía están al descubierto.
IGREXA DE SANTIAGO DE RIBAS DE MIÑO
Una de las zonas por las que se puede acceder a la orilla del río es por Ribas de Miño, donde se encuentra uno de los caneiros y un antiguo molino. En esta parroquia está otro de los grandes tesoros del municipio. Es la Igrexa de Santiago de Ribas de Miño, un templo en ruinas que fue recuperado por uno de los párrocos de la localidad, José Manuel Castro. Este cura limpió toda la maleza que tapaba la iglesia, abandonada en los 60 por temor a que la anegase el embalse, y tiró los restos de su interior. Estableció un banco junto a la cerdeira que creció en medio de la capilla y reconstruyó el altar.
RESTOS DEL ROMÁNICO
No es la única iglesia que merece una visita en el municipio. Varios templos, estos en pie y en uso, muestran la gran huella del románico, presente en toda la comarca de Sarria. Destaca la Igrexa de San Xoán de Friolfe, en la parroquia con este nombre. Data del siglo XII, pero fue reconstruida en el Barroco. Destaca la fachada en la que se puede observar la construcción y decoración de la tradición jacobea y cuenta con elementos repetidos de templos como el Monasterio de Samos. Otra de las iglesias del románico que conserva el municipio son la de Santo Estevo de Grallás, cercana a la de Friolfe. En este caso, las huellas románicas vuelven a perderse por las reformas realizadas en el barroco, igual que pasa en la de San Vicente de Gondrame. Una de las mejor conservadas es la de San Salvador de Vileiriz.
MIRADOR DE SAN PEDRO
O Páramo, pese a ser un concello de poca altura, también cuenta con ubicaciones para tener una buena panorámica. En la parroquia de San Pedro hay un mirador en su parte alta, donde se ubican también los eólicos. Desde allí, se puede visitar la Capela de San Lourenzo, donde se observa el paisaje paramés.