Las agencias de viajes de la Costa da Morte levantan cabeza tras dos años «para esquecer»
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El miedo a la guerra duró dos semanas y ya se están planeando vacaciones, indican desde los negocios consultados
23 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Cando hai que axustar o presuposto, as vacacións son o primeiro que cae da lista. Este sector é tan débil que calquera mínimo cambio que se produza xa nos desestabiliza completamente». Es la reflexión de Miguel Ángel Blanco, que tras varios años trabajando en Santiago y Santa Comba, montó su propia agencia de viajes en el rural de Zas, concretamente en el núcleo de Langueirón, parroquia de San Martiño de Meanos.
El último condicionante ha sido la guerra que estalló en Ucrania, pero el miedo y la inseguridad duraron poco más de quince días. «No momento si se notou, por exemplo, en que a xente non acababa de confirmar os presupostos que lles enviabamos. Preferían esperar. Despois xurdiron outras consecuencias, como a subida de prezos, pero a situación empeza a normalizarse e estamos traballando bastante ben», añade Miguel Ángel.
«Malos non, o seguinte: estes dous anos foron terribles, para esquecer»
Aunque este mínimo parón ni se le acerca a lo que ha supuesto la pandemia. «Malos non, o seguinte: estes dous anos foron terribles, para esquecer», indica Montse Pensado, de Viajes Costa Azul, en Carballo. La mayoría de establecimientos subsistieron gracias a desplazamientos empresariales o a viajes de larga estancia para ver a la familia, ya que el apartado puramente vacacional cayó en picado los últimos dos años. «Se resintió mucho en su momento, pero es que este trabajo tiene muchos altibajos: cuando ya empezaba todo a rodar, llegó la guerra y se frenó de nuevo, aunque el sector está empezando a responder otra vez», asegura Pablo Navaza, que gestiona desde Carballo Viajes Navaza.
En el directorio que maneja la Axencia de Turismo de Galicia, entidad que depende de la Xunta, figuran dadas de alta en la Costa da Morte catorce agencias de viaje, aunque el directorio no está del todo actualizado, ya que al menos Brigantia Viajes, que tenía sede en Fisterra, echó el cierre el año pasado a consecuencia del covid-19. Era de Manuel Canosa, conocido emprendedor vinculado al turismo que inició su andadura tras el Prestige y que comandaba varias empresas del sector.
Aunque sin llegar a echar el cierre, otros establecimientos se vieron obligados a hacer ajustes en los últimos dos años. En Costa Azul, por ejemplo, quedaron «os da casa», aunque con la esperanza de remontar este año. Por lo de pronto, empieza a haber bastantes solicitudes vacacionales buscando, sobre todo, «moito sol». «Típico de cando vén o mal tempo», asegura Montse Pensado. Los precios se han encarecido un poco respecto al año pasado y las islas Canarias siguen triunfando como destino estrella, tanto para familias como para viajes en pareja.