El del Dotmas Bar fue elegido el mejor de la comunidad y el de Casa Pedreiro ha recibido varios premios en los últimos años, incluído el de más original
28 abr 2022 . Actualizado a las 18:28 h.El mejor cachopo de Galicia se come en Lugo, en el Dotmas Bar de A Milagrosa. Palabra de «La Guía del Cachopo», que un año más convocó en Oviedo el concurso para designar el mejor cachopo del mundo. Este certamen, que el Dotmas se ha empeñado en ganar, es como la guía Repsol para los amantes del plato típico asturiano. Una comida que en Lugo también domina con éxito Casa Pedreiro Pekín Expres, el restaurante del aeródromo de Rozas que el año pasado fue finalista y el anterior recibió el galardón a la originalidad.
«Cachococido» es el nombre con el que Javi Serén ha bautizado la revisión que el Dotmas Bar ha hecho del clásico plato asturiano. Una revisión que ha llevado al local lucense a ganar el primer puesto de la comunidad y quedar entre los siete mejores de España, a pesar de que algunos puristas no acaban de entender el revisionismo grastronómico.
«Levamos sete anos facéndoos e nos últimos sempre eramos finalistas do concurso. Este ano presentamos a nosa versión particular de cachopo, o «#cachococido», que é un cocido galego metido nun cachopo», describe Serén.
El «cachococido» del Dotmas no es para clásicos, ya que, para empezar, no utiliza ternera, sino carne de cerdo, «por ser máis neutra e facilitar así que se aprecien máis os sabores». Dentro, el relleno es una oda al plato estrella de Lalín y a la gastronomía lucense: lacón, jamón, chicharrones, queso Arzúa-Ulloa, oreja prensada y repollo. El rebozado también innovador, es con un pan rayado japonés, y el acompañamiento con el que se sirve, continúa en la línea del cocido: un salteado de grelos y garbanzos, puré de patata con polvo de chorizo, y por encima, chips de panceta. ¿Alguien da más?
«Nós recoñecemos que non é un cachopo ao uso, vendémolo como a nosa propia versión, hai asturianos que nos recordaron en Semana Santa que iso non era un cachopo, pero cando nos presentamos ao concurso decidimos correr o risco. Queríamos que a xente gozara de algo diferente e á xente encántalle, igual que ó xurado do concurso», explica Serén.
Para hincarle el diente al «cachococido» de el Dotmas Bar hay que ir con hambre, puesto que cada pieza puede rondar el kilo y medio, o algo más. Un tamaño que no amedrenta a los clientes, puesto que encontrar mesa el fin de semana en el local es tarea complicada si no se va con reserva previa. En todo caso, recuerda también Serén que para los más tradicionales también disponen de cachopos más clásicos.
El Dotmas ha logrado convertirse en un referente del cachopo, y como muestra recuerdan que el año pasado, el día de la madre, llegaron a despachar 122 cachopos de diferentes sabores.
Sabor y originalidad en los cachopos de Casa Pedreiro Pekín Exprés
En el aeródromo de Rozas, en Castro de Rei, se encuentra el restaurante Casa Pedreiro Pekín Exprés, un establecimiento en el que Vanessa Ferreiro ha puesto toda su alma, saber hacer y creatividad. Nada más cruzar la puerta uno se encuentra los diplomas que acreditan sus cachopos: finalista del certamen del 2021 y cachopo más original de España en el 2020.
«Fun a que puxo de moda os cachopos aquí. Comezamos hai cinco anos. Cando collín o bar, funme unha semana para a casa dunha asturiana, Olvido, a aprender todo o necesario. Son moi esixente e quería facer o mellor cachopo posible», describe Vanessa Ferreiro.
A su local llega clientela de toda Galicia, otras provincias e incluso de vez en cuando algunos holandeses, vinculados al aeródromo, hacen sus quedadas para comer cachopo en Casa Pedreiro. «O segredo é que empregamos ingredientes de primeira categoría e os tratamos con todo o agarimo», apunta la responsable del negocio.
A diario en su restaurante se sirven decenas de cachopos entre los que destaca el de cecina, pero si alguien quiere algo un poco más exclusivo e imaginativo, por encargo Vanesa prepara sus cachopos más originales. «Preparámolos con formas coas que queremos transmitir algo. Temos un con forma de corazón, que simboliza que dende os inicios lle poñemos todo o agarimo á vida, algo que queríamos demostrar na comida. Outro ten forma de hélice, na honra a todos os compañeiros dos aeródromos de España, e outro ten a forma do mapa de España, en homenaxe a todas as provincias das que chegan comensais», detalla Ferreiro.
Cada cachopo de Casa Pedreiro puede rondar el kilo y medio de peso y generalmente es suficiente para dos comensales, aunque hay quien se atreve a dar cuenta de uno entero. Ingredientes como el chorizo ibérico, el queso de Arzúa o el raxo son algunos de los productos que triunfan en los cachopos de Rozas, aunque el estrella es el de cecina.
Para Ferreiro, que en el 2017 ya fue elegida la mejor pulpeira de Galicia, la calidad y el cariño que ponen en la elaboración son el secreto del éxito de un negocio que se llena los fines de semana de comensales deseando probar la tradicional receta asturiana. Reservar mesa es más que aconsejable, igual que disfrutar de sus platos.