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La demanda de alquiler para el verano rebasa la oferta y los precios se desbocan en Ares, Cabanas, Cedeira o Valdoviño

ANA F. CUBA CEDEIRA / LA VOZ

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Una terraza en el paseo de Ares, una de las localidades con más reservas para el verano
Una terraza en el paseo de Ares, una de las localidades con más reservas para el verano CESAR TOIMIL

Los municipios costeros son los más tensionados de la comarca por el interés creciente que despiertan

28 abr 2022 . Actualizado a las 21:45 h.

«Demanda, mucha; oferta, poca, y la que hay, cara», resume la encargada de una inmobiliaria que opera en la zona de Ferrolterra. Ares se ha convertido en un municipio tensionado, término acuñado en la nueva ley estatal de vivienda para referirse a las zonas donde el coste de la hipoteca o el alquiler supera el 30 % de los ingresos medios de los hogares en ese mismo entorno, y donde el alquiler ha subido un 5 % sobre el Índice de Precios al Consumo (IPC) en el último lustro.

«En Ares lo estamos notando mucho, casi no hay viviendas para arrendar y la gente ya lleva preguntando desde enero. Los precios se disparan. Las casas con terreno son muy demandadas, pero no hay, y pisos, pocos, y desde 1.500 euros al mes y 1.000 por quincena. Este va a ser el primer verano en condiciones más o menos normales, después de la pandemia, y se nota», apunta Laura García, de la inmobiliaria Cisbar.

«Ares está de moda», concluye. Para la venta y para el arrendamiento turístico. Asegura que los inmuebles disponibles ya están reservados «y la gente tiene que pagar por adelantado para que no se le echen atrás». De hecho, hay compradores que han invertido para alquilar, «con una rentabilidad muy elevada». Muchos propietarios rechazan contratos por todo el año, «porque en julio y agosto le sacan tanto como el resto de los meses juntos».

Valdoviño es otro de los municipios costeros más atractivos para el veraneante. «Las casas vuelan, ya casi no hay, alguna casi se subasta», comenta García, que alerta de la burbuja del alquiler: «Si no se regula, estallará». Olga Gil es la propietaria de los apartamentos Las Olas by Pantín, al pie del conocido arenal valdoviñés. «Abrí en junio, tengo seis. Las reservas están al 70 % para el mes de julio y a más del 80 % para agosto. Hay gente que vino en 2021 y quería repetir y ya no tengo nada libre», cuenta.

Mary Carmen Martínez, de la inmobiliaria Grupo Rey Álvarez, augura «muchísimo movimiento para el verano en Cedeira». «Hay reservas desde principios de año, la gente sigue llamando y ya no tenemos que ofrecerle. No hay mucha oferta, la mayoría opta por pisos, pregunta por casas pero es muy difícil conseguirlas y los precios son muy altos, entre 2.200 y 2.400 euros en agosto; los pisos andan entre 1.300 y 1.400», desgrana. En el alquiler por noches cifra la subida en el cien por cien, «de 125 a 250 euros... y está casi todo ocupado».

Los propietarios y las agencias consultadas coinciden en el pronóstico: la comarca se llenará de turistas en 2022. «La gente está deseosa de salir, ya la Semana Santa fue una locura», sostiene Martínez. La pandemia no mermó en exceso la actividad en los dos últimos veranos, pero sí provocó un aumento de las reservas de última hora. «No podías planificar porque no sabías si te iban a dejar salir de tu comunidad ni si ibas a poder entrar en la de destino», comentan Bea y Asun, leonesas que viajaron al Porto de Bares en el último puente.

Gonzalo Hermida gestiona dos apartamentos turísticos en Cedeira, Surf House, que acaba de reabrir tras dos años sin actividad. «Estamos empezando a recibir consultas», indica. En este mismo municipio, en la parroquia de Cervo, Purificación López posee otros dos apartamentos, que inauguró Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta, en 1992, y varios bungalós. «A xente xa está chamando, en xullo e agosto enchemos, e algo de setembro tamén», explica su marido, Manuel Pérez, comerciante.

En la inmobiliaria Eume, en Pontedeume, esperan «una ocupación bastante alta para agosto» y alertan de un problema común en la comarca: «La oferta está muy por debajo de la demanda». Cerca de allí, en San Martín do Porto, en Cabanas, referente turístico, se arriendan tres apartamentos. En realidad, ya quedan pocas opciones. «En agosto lo tengo todo ocupado, para julio queda muy poco y junio va bastante bien. Aquí hay muchísima más demanda que oferta», recalca la dueña. Elogia a su clientela —«es de diez»— y asegura que ella no ha subido los precios.