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La parte alta de Rois esconde una gran panorámica desde O Aído

Cristóbal Ramírez

VEN A GALICIA

CRISTÓBAL RAMÍREZ

La Casa do Bispo y la magnífica Santiña de Seira se convierten en auténticos tesoros históricos que deslumbran al excursionista

30 abr 2022 . Actualizado a las 04:55 h.

La parte baja de Rois tiene industrias de peso. La parte alta, no, sino viejas montañas alomadas que conforman en sí mismas un auténtico parque natural, aunque no gocen de tal denominación. Y ambas, la baja y la alta, presumen de un gran patrimonio religioso: templos y cruceiros. Y por lo general, señalizados y en el caso de las iglesias, con un panel explicativo que se agradece. Desde luego, no da tiempo en un día para ver todo eso. Ni siquiera yendo en coche, aunque los amigos de la bicicleta pueden disfrutar con un paseo muy sencillo en los kilómetros iniciales, con más dificultad cuando empiezan las cuestas que, sin ser de gran pendiente, sí son largas.

El coche resulta necesario hasta Oín puesto que antes hay tráfico. Es decir, en cuatro ruedas hay que ir rumbo a Padrón. Si se circula por la Nacional 550, hasta la rotonda del hotel Scala y ahí girar a la derecha. Si se prefiere la AP-9, salida en Padrón y a Padrón Norte (o sea, no se entra en la villa para nada) para ir a dar a esa rotonda. Ahí nace, bien identificada, la AC-301, que es la que procede seguir.

En Oín, frente a la iglesia se extiende un estupendo aparcamiento con bancos, un ejemplo sencillo de cómo se evita que Galicia se llene innecesariamente de cemento. Y ahí dejan el coche los amigos de los pedales. El templo, puesto bajo la advocación de Santa María, se ve limpio e impecable, data del siglo XVIII —tiempos del barroco— con una curiosa górgola en el tejado cuya misión es evacuar el agua que cae sobre las cubiertas en días de lluvia. Un panel indica dónde está el resto de las iglesias en Rois, lo cual anima a continuar viaje.

De manera que todo recto. Cuando se acaba la pista, a la derecha, y cuando se vuelve a acabar, a mano contraria. Así se llega a la Casa do Bispo, una magnífica construcción privada cuya historia está ligada a un religioso de Tui. Además, se encuentra muy poco antes de otro elemento patrimonial que sin duda va a obligar a la parada: un cruceiro de capilla, muy bien cuidado, sin ningún elemento sustraíble —amigos de lo ajeno los hay en todas partes; aquí no tienen nada que hacer— y conocido como Santiña de Seira. Al fondo la vía del tren, elevada, rompe algo la armonía del paisaje, pero sin graves daños para la imagen que se aloja en el cerebro.

La línea de árboles que se ha venido viendo a la izquierda, muy delgada pero constante, indica bien a las claras que por ahí discurre una corriente de agua, y el visitante va a cruzarla para llegar a una discreta playa fluvial. El río no es otro que el Sarela, que en esos pagos emprende su último kilómetro antes de verter sus aguas en el Sar.

Por delante esperan unos minutos magníficos: una pista va por la izquierda —rodeando un bar— en algunos puntos pegada al Sarela. Después empieza la suave ascensión para dar a otra carretera (es la DP-3302, que se cruza) dejando un cruceiro a la diestra, sencillo en su remate ya que se trata de una simple cruz.

Si no se quiere subir aunque sea muy gradualmente, fin de la excursión y marcha atrás, pero sería una pena no dirigirse a Cornes y O Aído, que forman un núcleo casi unido separado por el estrecho asfalto.

Cornes es el grupo de casas que queda a la izquierda, con la buena noticia de que algunos niños corretean por esos pagos. O Aído, las que quedan al frente. Y ese es el destino.

En otras palabras, todo recto y tras la curva a la izquierda que forma un perfecto ángulo recto se toma la primera a la derecha. Un último esfuerzo en la ascensión y se remata ante un edificio desusadamente alto, sin vanos significativos. Es la capilla de O Aído. Buen lugar para poner punto final, dejar las bicicletas o bajar del coche y estirar las piernas por la pista de tierra de la parte trasera. Es de justicia calificar de excelente la panorámica que se ofrece desde arriba de todo.