Por tierra, mar y aire discurren estas estructuras que surcan la naturaleza por toda la comunidad
09 may 2022 . Actualizado a las 19:18 h.Las pasarelas están de moda, y YES localiza las más naturales en estos recorridos diseñados para caminar disfrutando del paisaje. Del mar al bosque, en tierra firme y colgantes, todas ellas discurren por entornos de cuento para facilitar el camino.
Dunas de Corrubedo (Ribeira)
En el parque natural de Corrubedo el caminante tiene ante sí cerca de mil hectáreas para disfrutar del entorno, la flora y la fauna. Por supuesto, también de la duna móvil más grande del noroeste peninsular. No se debe finalizar el recorrido sin visitar las dos lagunas del parque: Vixán, de agua dulce, y Carregal, de agua salada. El mirador Pedra da Ra permite contemplar la duna y parte del Parque Nacional Illas Atlánticas.
Paseo fluvial de Gabenlle (Torás, A Laracha)
Todo un paseo fluvial de madera de pino sobre el río Anllóns. Eso es lo que ofrece este tramo de unos 2,4 kilómetros de extensión. Un recorrido que discurre desde el puente, que se encuentra junto al área recreativa y la potabilizadora, hasta O Formigoso y que cuenta también con asientos. La abundancia de especies y los molinos restaurados son algunos de sus atractivos.
Las Pasarelas del río Mao (Ourense)
Esta es una de las rutas destacadas cuando toca disfrutar de la Ribeira Sacra ourensana. Transcurre por las márgenes del río Mao hasta su desembocadura en el Sil, concretamente por la orilla izquierda, uniendo la antigua central hidroeléctrica conocida tradicionalmente como Fábrica da Luz con el antiguo camino de la aldea de Barxacova. Merece la pena hacer una parada para visitar la necrópolis medieval de San Vítor.
Colgante, Fragas do Eume
Una pasarela, pero colgante, es otro de los muchos atractivos de las Fragas do Eume. No es realmente una ruta, porque no se recorren más que unos metros sobre ella, pero sí es toda una experiencia atravesar desde arriba, entre las copas de los árboles, el pulmón atlántico de Galicia. Nadie lo abandona sin hacerse una foto sobre ella.
O Fuciño do Porco (O Vicedo)
A Mariña lucense ofrece el recorrido de O Fuciño do Porco, muy demandado. Su pasarela de madera serpenteando acantilados es la estrella de este saliente natural y rocoso de O Vicedo que en los últimos años se ha convertido en un reclamo turístico que quiere emular al de la playa de As Catedrais, en Ribadeo. Geográficamente recibe el nombre de Punta Socastro, precisamente fue la instalación de la nueva balaustrada de madera y de los escalones en el sinuoso tramo final de su recorrido lo que ha multiplicado la afluencia de visitantes.
Fervenzas de Raxoi (Valga, Pontevedra)
Tras pasear a través de un sendero que atraviesa el bosque y que conduce hacia el nivel del río Valga, el senderista se encontrará con el primero de los molinos restaurados. Es en ese punto en el que arranca la pasarela de madera, que bordea el río y que a tan solo unos metros muestra ya el principal salto de agua. Ahí se forma una poza que sirve de piscina natural a los visitantes. Unas escaleras de madera conducen hasta el segundo molino y también al segundo salto de agua, donde el caminante puede ver una pequeña cascada antes de emprender el camino de vuelta.